El objetivo simple y más obvio del entrenamiento no es otro que supervisar la mejora de los jugadores. Tener un plan y una estructura de entrenamiento con una planificación y periodización en el tiempo es de vital importancia.

Haber trazado esa estructura evitará que planifiques a diario y te presiones para encontrar algo nuevo y creativo para tus jugadores. Porque, ¿cuántas veces os ha pasado que habéis dejado para el último momento la creación de una sesión de entrenamiento? ¿se merecen de verdad nuestros jugadores que improvisemos sus ejercicios?

A continuación intentaremos daros algunos consejos sobre cómo poder estructurar un programa de entrenamiento:

En primer lugar, viene tu visión. Aconsejaría que no sea una visión fija. A medida que crezcas y aprendas como entrenador, a medida que vayan pasando jugadores y momentos (tanto buenos como malos) por tus manos, deberás modificar la visión que tienes del juego sin cerrarte a ningún tipo de metodología o tareas.

Pero está claro que tener una visión clara, en cuanto a preferencia en el juego, es importante para poder liderar a un grupo de jugadores.

¿Ya tienes una comprensión clara de tus preferencias como entrenador? Pues ya estás listo para planificar cómo se desarrollará esto desde tu cabeza hasta el terreno de juego en el día a día de entrenamientos y partidos.

Existen tres áreas principales para el desarrollo de un entrenamiento:

  1. Mejorar las cualidades del jugador
  2. Mejorar las cualidades del equipo
  3. Prepararse para las situaciones a las que nos lleve el juego. El famoso “¿y si..?”

Una vez conocidas, podemos empezar a dividirlas más detalladamente.


  • Mejorar las cualidades del jugador:

Esto es una evaluación de tus jugadores actuales, y su nivel tanto de juego, como físico, como mental:

¿Qué tipo de jugadores tienes?

¿Qué cualidades necesitan poseer para jugar con tu “estilo de juego”?

¿Cómo vas a mejorarlos en el entrenamiento?

¿Será en sesiones analíticas, en grupos divididos o con el equipo al completo?

¿Qué personal necesitas para ayudar o delegar?

¿Cómo vas a comunicar esta visión del juego que quieres aplicar con tus jugadores?

¿Qué palabras claves (multas, desconvocatorias) utilizarás para influir en los comportamientos diarios?

Recordaros también antes de continuar, que una visión o estilo de juego no es una formación o sistema. Son tus preferencias por un tipo de ataque, defensa y momentos de transición. También incluye los comportamientos, los estándares y la cultura que te gustaría crear dentro del equipo o el club al que perteneces.


  • Mejorar las cualidades del equipo:

En línea con tu visión del juego. Ahora podrás comenzar a enumerar las cualidades de tu equipo. Las claves que se necesitan para llevar a cabo tu estilo. Habría que dedicar al menos 2 sesiones a esta evaluación de jugadores. Esto te ayudará a enfocarte en lo más importante y te ahorrará algo de tiempo. Si tus jugadores no responden a lo que pides, quizá tienes un problema grave de incompatibilidad de idea y cualidades de tus jugadores. Así que antes de nada, observa y evalúa si tu idea encaja con ellos.

Os dejamos algunas posibles preguntas a hacerse durante la primera semana de pretemporada:

¿Cómo vamos a atacar?

¿Quiero basarme en la posesión, atacar directo, o una mezcla de ambas?

¿Cómo estructuraremos nuestra defensa? ¿línea de 3, de 4? ¿marcaremos al hombre, en zona?

¿Cómo reaccionaremos si perdemos la posesión?

¿Cambiará mi idea de juego en otras áreas del campo?

¿Quiero ser agresivo y presionar alto? ¿prefiero replegar?

Son sólo algunos ejemplos de las miles de preguntas que puedes hacerte como entrenador respecto a tu visión y a los jugadores de los que dispones. Pero, tener una lista de ellas, te ayudará a estructurar mejor tu entrenamiento, qué introducir y cuándo hacerlo.


  • Prepararse para las situaciones a las que nos lleve el juego. El famoso “¿y si..?”:

Esta es un área muy importante que muchos entrenadores pasan por alto. Básicamente, es el entrenamiento de las situaciones de juego, y afecta positivamente a la toma de decisiones de los jugadores en los momentos claves del partido.

Sin desarrollar este tipo de conocimiento y conciencia en tus jugadores, en los momentos cruciales, dependes únicamente de la “iniciativa” de los jugadores.

Sin embargo, es esta área estamos hablando de las situaciones de “¿Y SI..?. Esto es, dicho de otro modo, qué ocurrirá en el juego y qué soluciones darás a tus jugadores en el entrenamiento para que el equipo piense de forma colectiva y se mueva en armonía como grupo.

Entonces, ¿qué situaciones son las comunes para ese “Y SI…” en el juego?

  • Jugar con un jugador menos
  • Jugar contra un equipo con un jugador menos
  • Victoria o derrota ajustada en los últimos minutos
  • El equipo está bajo una presión alta o su rival le espera atrás
  • Los momentos después de marcar un gol
  • Los momentos después de encajar un gol
  • Terrenos de juego de dimensiones reducidas

De nuevo, la lista puede ser aún más larga dependiendo de las circunstancias personales del equipo o la competición. Sin embargo, lo que está claro es que discutir/entrenar/experimentar cada situación, dará a tus jugadores la facilidad para afrontarlas en el partido del fin de semana.

Al entrenar a un equipo, debes llevarlos a un viaje de mejora basado en algunos conceptos/ideas simples que permitan a cada jugador expresar su propio talento, pero para el bien común del equipo.

Básicamente, dar una idea a cada persona, ayudará a la libertad del grupo. Los jugadores tomarán de manera natural su rol en el equipo desde las sesiones de entrenamiento.

Si necesitas más información de cómo crear tu modelo o visión de juego, así como su periodización/estructuración en el tiempo, puedes consultarlo en este ebook gratuito.

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