Existen varios indicios o situaciones en las que podemos percibir y reconocer cuando nuestros o jugadores, o jugador en concreto, se sienten motivados y con ganas de seguir adelante en busca de los objetivos del grupo. Pasamos a analizarlos:
- Se siente único o especial de alguna forma:
Aunque todos los jugadores necesitan sentirse integrados en el equipo, buscan además ser considerados y reconocidos por algo en concreto, ya sea por sus habilidades técnicas, rendimiento, puntualidad o madurez. Por tanto es importante hacerles ver que lo sabemos, y reforzarles para que lo sigan haciendo.
- Se siente tratado de forma personal
Deben sentir la cercanía del entrenador, ya sea explicándole personalmente algunos elementos o correcciones técnicas o tácticas, en otros casos, sencillamente, reconocerles el aporte o el sacrificio respecto al equipo, o con algunos jugadores, charlar sobre cosas cotidianas fuera del mundo del fútbol.
- Entiende los objetivos del equipo
El objetivo del grupo debe estar claro para todos, desde la directiva al jugador. Por otro lado, debe ser un objetivo comprensible y de acuerdo con el nivel del equipo. Pero lo más importante es tener jugadores que puedan combinar sus objetivos personales con los del grupo. Esto significa que si hay un jugador en el equipo “C”, cuyo objetivo es llegar la temporada siguiente al “A”, pero el objetivo de su equipo actual es no descender, es posible que ese jugador desconecte del grupo y se centre en sí mismo. Debemos evitar estas situaciones poniendo lo personal en una balanza con lo grupal manteniendo un equilibro, intentando hacerles ver que conseguir el objetivo grupal, repercutirá positivamente en su objetivo individual, sea el que sea.
Si se da una de estas tres situaciones en nuestros jugadores, ten por seguro que el jugador/equipo se siente motivado. En el caso de que no reconozcas ninguna de ellas, hay un problema en el equipo o en ese jugador.