El Atlético de Madrid de Simeone recibió al Sevilla de Sampaoli en el enfrentamiento por la plaza de acceso directo a la Champions League. Un partido con tendencias opuestas: el Atleti llegaba en clara mejoría, y el Sevilla en caída libre tras la eliminación ante el Leicester.

La característica predominante en la primera mitad fue la presión de ambos equipos y las luchas por salir de ella:

La presión del Sevilla desde el 5-4-1

Partiendo de una base 5-4-1, Sampaoli mantuvo a su bloque alto en la presión con un claro marcaje individual. Dejaron sacar en corto al Atlético de Madrid para ir a atacar a sus centrales.

En varias situaciones, Nasri comenzaría como única referencia arriba, permitiendo el primer pase del portero a los centrales. En lugar de presionar de forma inmediata, el francés se movía para evitar la combinación entre centrales. El resto de jugadores sevillistas, cubrían de manera cercana a cada uno de sus oponentes: Vitolo y Ben Yedder, realizaron un marcaje individual a los laterales locales; Nzonzi y Escudero, en el centro del campo, apretaron a Gabi y Saúl. Además, la defensa de 5 dio la posibilidad de hacer coberturas a los jugadores del centro del campo, impidiendo los intentos atléticos de jugar con Koke por dentro. Mercado o Mariano serían los encargados de abandonar su posición para evitar esta situación.

La presión del Atlético

Los hombres de Simeone exhibieron su presión típica del sistema 4-4-2. Como siempre, el trabajo se inició con los dos delanteros colocados en el centro, a ambos lados de Nzonzi, impidiendo la capacidad de que el Sevilla avanzara por los carriles interiores.

El Sevilla optó por tanto en mirar hacia sus laterales en las primeras etapas de construcción. Sin embargo, las basculaciones rápidas del Atlético y lo compacto de sus líneas, evitaron que los andaluces pudieran darle movilidad y cambios de orientación a su juego. Importante fue el papel de Griezmann y Gameiro, que cerraban opciones de pase atrás (con centrales) y de juego horizontal (cambios de orientación y búsqueda de interiores). Si el Sevilla intentaba retroceder, el Atlético avanzaba líneas para presionar de manera más agresiva.

Los errores conceptuales en la construcción del Sevilla

Más allá de la fuerte presión local, hubo una serie de errores conceptuales constantes en la formación sevillista que contribuyeron a hacer más efectiva la presión del Atlético:

• El primero, la incapacidad de los centrales del Sevilla por atreverse a conducir y atraer a los centrocampistas rivales para conseguir liberar a sus compañeros del carril central. Sin esto, Gabi y Saúl no tuvieron necesidad de abandonar su posición y dejar libres a sus marcas.

• El segundo, la incapacidad de los jugadores de zonas avanzadas del Sevilla por intercambiar posiciones y evitar así los marcajes individuales que recibían del Atlético. Esto se vio en los momentos en que acumulaban y aculaban a su rival en el área. Se les vio poco activos y sin apariciones entre líneas, propiciando que el poseedor de balón se viera cada vez más aislado e incapaz de conseguir pases eficaces.

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