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La relación entre las matemáticas y el defender bien

Dice Guardiola que defender bien dependerá del trabajo previo que hayas hecho antes de perder el balón.

Es una cita con la que se puede estar de acuerdo, ya que la ética del trabajo con balón y el enfoque son esenciales para la organización defensiva de los equipos, pero también es importante realizar un trabajo específico en defensa para que la comprensión de los jugadores sea completa en tres aspectos: espacio, posicionamiento y la mentalidad 1×1.

El campo es del mismo tamaño para ambos equipos, por lo que hay que saber usar ese espacio mejor que tus rivales.

EL ESPACIO

Por regla general, cuando decidimos dónde presionar e iniciar la defensa organizada, dividiremos el campo en tres zonas, y a partir de ahí decidiremos dónde queremos empezar a incomodar al rival.

La decisión no es otra que determinar si usamos una defensa en bloque alto, medio o bajo. Esto puede cambiar en ciertos momentos del juego, ya sea si el portero decide sacar en largo en lugar de en corto, o si inconscientemente en los últimos minutos de partido con un marcador favorable, el rival nos tira hacia atrás.

Es importante comprender cómo jugar en cada tipo de situación y hacer comprender a los jugadores esto a través de sesiones de entrenamiento que recreen diferentes escenarios de partido.

EL POSICIONAMIENTO Y SU PARECIDO CON LAS MATEMÁTICAS

Esto es algo muy importante que hay que entrenar obligatoriamente con todos los jugadores con los que trabajes. Para leer el juego y la situación en la que se encuentran, tanto en ataque como en defensa.

Cuando defiendes como un bloque, tienes una gran ventaja desde el momento en que ves la formación de tus oponentes. Esto te permite calcular el número de jugadores en la línea defensiva del oponente, y su tendencia para atacar con, por ejemplo, sus laterales. En una línea defensiva de 4, es probable que ambos laterales avancen dejando sólo a dos centrales en defensa, al contrario que en una defensa de 3, donde, aunque los carrileros estén posicionados de manera avanzada, seguirán quedando 3 jugadores centrales atrás.

Gracias a esta información, sabremos cuántos jugadores se unirán al ataque y cómo deberemos ocupar el espacio defensivamente.

Por ejemplo, cuando juegas contra un rival con centrales que no avanzan nunca con balón, te indicará a menudo que puedes confiar en que siempre se mantendrán detrás del balón y que tendrán dificultades para elegir buenos pases que rompan líneas, o que causen problemas a tu equipo con superioridades en el carril central.

Además, saber con qué pie se siente cómo un jugador, nos permitirá comenzar el proceso defensivo forzándole a jugar con su pierna menos hábil.

Otro aspecto que considerar es el peligro de cada jugador del equipo contrario. Sin conocer a tu oponente, deberías asumir que los jugadores menos peligrosos serán los más alejados de tu objetivo. Usando este método entonces, deberíamos utilizar un orden defensivo similar a este (de menos peligroso a más peligroso): portero, defensores centrales, laterales, centrocampistas, extremos, media punta y delanteros.

Por ejemplo, caer en un bloque medio y permitir a unos centrales oponentes sin demasiada técnica que tengan el balón, te dará una ventaja 10×8 por delante del balón, ya que lo probable es que jueguen en largo. Y en ese balón largo, tendrás superioridad numérica:

Brindar a tus jugadores esta comprensión es crucial, ya que les ayudará a pensar colectivamente y actuar en determinadas situaciones en el juego.

Las matemáticas se vuelven particularmente importante cuando por ejemplo hay un jugador expulsado. ¿Dónde se encuentra normalmente la superioridad de un equipo con un jugador más? A menudo, es un defensor central, y, por tanto, el jugador más alejado de tu objetivo. Por tanto, no habría necesidad de entrar en pánico si puedes seguir manteniendo esa superioridad en el tercio defensivo de tu campo.

En la mayoría de los casos, los oponentes optarán por dejar a dos jugadores atrás para defender al delantero. Entonces, el jugador extra de un rival en superioridad estará en defensa, y causará poco daño a tu equipo.

Si eres muy valiente, puedes mantener a dos delanteros en profundidad cuando defiendes, lo que conllevará que el rival decida dejar a uno de sus laterales atrás para mantener un equilibrio 3×2 en defensa. Una vez más, la superioridad numérica rival estará lejos de crearnos mucho peligro:

Por lo tanto, entender el espacio, cómo usarlo y qué oponentes priorizar a la hora de presionar son las claves a entrenar durante la semana con tus jugadores. Estas “matemáticas” defensivas son la base fundamental para crear las tareas de entrenamiento.

LA PROVOCACIÓN AL RIVAL

El uso de la provocación para presionar o para moverse en ciertos momentos es también muy importante. Pero los factores desencadenantes son muy personales para cada entrenador o dependerá del rival al que se enfrente.

El pensamiento colectivo sobre cuándo presionar, dónde y a quién, si forzar a que jueguen por el interior o por las bandas, es parte de la planificación del partido del fin de semana y de nuestro trabajo de organización defensiva intersemanal.

Pero hay que entender que el espacio es lo primero que debemos tener claro antes de nada. A partir de aquí, decidiremos todo lo demás. Aunque es importante saber que es mucho más fácil defender en bloque medio o bajo (por las superioridades defensivas espaciales que se crean), que en bloque alto, ya que ahí es probable que se sume el portero, y por tanto nos creen superioridad ellos a nosotros, además, presionar bien en todos los momentos del juego es tremendamente complicado. Como alternativa, si eres un entrenador al que le gusta la presión alta, sería recomendable que permitieras el primer pase, para al menos crear una igualdad numérica defensiva tapando una línea de pase con portero:

LA MENTALIDAD 1×1

En todas las formas del fútbol, y especialmente en defensa, la mentalidad de tus jugadores para vencer en situaciones de 1×1 es crucial. Puedes estar correctamente posicionado y organizado, pero debes ser fuerte y agresivo en todas las situaciones 1×1 para ganar el balón. Un error en ese marcaje provocaría que la defensa organizada sufriera.

En resumen, no debes olvidarte de trabajar también aspectos técnicos defensivos, como el perfilarse bien, la entrada o el marcaje individual. Recuerda que si un equipo es capaz de ganar los duelos 1×1, estará dominando por completo el juego y no importará lo bien que estés defendiendo y ocupando los espacios.


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