El gran entrenador de baloncesto John Wooden dijo una vez: “No has enseñado hasta que no han aprendido”. No hay palabras más verdaderas cuando se trata del papel del entrenador en cualquier deporte. Los entrenadores deben ser primero maestros. Si los jugadores con los que trabajas no han aprendido bajo tu guía, entonces no puedes considerarte a ti mismo entrenador.
El papel de un entrenador es facilitar el aprendizaje. Es importante que los jugadores entiendan los objetivos de aprendizaje y los resultados cuando realizan un entrenamiento. No es suficiente simplemente explicar en qué se supone que están trabajando los jugadores; el entrenador debe asegurarse de que el alumno entiende completamente lo que está tratando de lograr.
Esto se puede determinar interrogando a los jugadores al principio, durante y al final de una práctica. Preguntando, mantienes a los jugadores comprometidos y participativos con el proceso de aprendizaje, entendiendo lo que se requiere de ellos.
Entrenadores: Enseñar a aprender.
Una función clave del entrenador es enseñar a los jugadores “cómo” aprender. El contenido de las sesiones es a menudo considerado como la clave para ayudar a los jugadores a desarrollarse. De hecho, es crucial que los jugadores aprendan cómo aprender y mejorar por sí mismos.
Aprender a aprender es una gran habilidad para la vida que ayuda a los jugadores a mejorar no solo su habilidad en el fútbol sino también en otros aspectos de sus vidas. A los jugadores importantes se les enseña cómo procesar la información y cómo encontrar soluciones para mejorar y desarrollarse.
Los jugadores deben convertirse en pensadores independientes para permitirles hacer correcciones y alteraciones en su juego. El contenido de las sesiones también es crucial, pero si los jugadores no saben cómo procesar la información cognitivamente su juego no se desarrollará.
Muy a menudo los jugadores no tienen la oportunidad de pensar y desarrollarse por sí mismos. Son tratados como robots. En este tipo de aprendizaje puede parecer que el jugador mejora, pero los jugadores no estarán realmente pensando por sí mismos y, por lo tanto, volverán a perder la información cuando se les deje de entrenar.
Los jugadores deben tener la oportunidad de convertirse en pensadores independientes, mientras que los entrenadores deben permitir que los jugadores tomen propiedad de su aprendizaje y tener la libertad de resolver problemas.
Establecer problemas, permitir soluciones.
En la práctica, el proceso comienza con un problema establecido por el entrenador. El problema puede ser algo así como “¿cómo se colona una defensa de cuatro jugadores?” El entrenamiento se puede configurar para que el equipo atacante trabaje en oleadas de ataque, intentando penetrar a la oposición defensiva de cuatro jugadores.
Los jugadores deben tener problemas verbales para resolver por el entrenador. Esto les permite formular ideas en su cabeza desde el comienzo. Se les debe proporcionar oportunidades para llevar a cabo la práctica sin aportación inicial del entrenador, lo que permite oportunidades para cometer errores y procesar cognitivamente lo que salió mal y qué correcciones podrían hacer para mejorar la próxima vez.
Permitir errores
El siguiente paso en el proceso es interrogar a los jugadores sobre sus soluciones a los problemas y por qué eligieron en particular una solución concreta. La parte “por qué” del proceso es crucial, ya que puede determinar si están teniendo problemas debido a cuestiones técnicas o debido a la toma de decisiones y su comprensión del proceso de aprendizaje.
Después de cuestionarse esto durante un breve período de tiempo, la práctica puede reiniciarse para permitir que los jugadores cambien de decisiones. El entrenador puede intervenir en la práctica mientras los jugadores están trabajando. Esto debe venir de forma concisa, con correcciones a acciones o preguntas breves.
En esta etapa, es mejor intercalar sobre una base individual o de grupos pequeños que no requiera que todo el grupo esté detenido. Esto permite a los jugadores sumergirse en el proceso de aprendizaje sin interrupciones constantes.
Pregunta + Respuesta
El paso final en el proceso es reunir al grupo para una sesión de preguntas y respuestas para recapitular la sesión de entrenamiento. Ver los problemas y establecer las soluciones necesarias. Todo esto, debe tener un proceso de cinco pasos:
Etapa 1: Explicar la tarea y el problema inicial a resolver.
Etapa 2: Comenzar la tarea sin la participación del entrenador
Etapa 3: Cuestionamiento grupal para determinar posibles soluciones e involucrar a los jugadores en la toma de decisiones.
Etapa 4: Reanudar la práctica e interponer sobre una base individual o en grupos pequeños. Preguntas abiertas relacionadas con los problemas de ese ejercicio.
Etapa 5: Discutir en grupo y preguntar para resumir el problema inicial y establecer las soluciones para los jugadores.
Aprender a aprender es una habilidad que se puede cultivar desde una edad temprana. De hecho, cuanto más jóvenes, mejor se transmite esta habilidad particular. Comprender cómo usar su cerebro para ayudar a mejorar sus habilidades y conocimientos es crucial para futbolistas jóvenes y les permite autoanalizar y hacer correcciones y mejoras a medida que progresan.