La línea defensiva alta es un estilo de juego de riesgo bastante alto, en el que un equipo “empuja” hacia arriba para minimizar la cantidad de tiempo que tiene un jugador o un equipo, que sin embargo, requiere altos niveles de habilidad y cohesión grupal. A medida que el equipo avanza, va dejando unos espacios a su espalda. La línea alta ha sido desplegada por algunos de los principales triunfadores de los últimos años, como pueden ser el Liverpool o el Bayern de Múnich. Todos la utilizaron de manera muy efectiva, algo que no siempre ocurre en el fútbol actual.
Ventajas
Jugar con una línea alta comprime el campo y dificulta que el rival tenga espacio y/o tiempo con el balón. Esencialmente, la línea alta a menudo va de la mano con un estilo de presión defensiva que comienza desde el área contraria, ya que requiere que todos los jugadores den un paso adelante y reduzcan las posibilidades o virtudes del oponente. Básicamente, promueve la idea de “contra-presionar”, mediante el cual, los equipos aspiran a recuperar el balón en los 6 o 7 después de iniciarse un saque en corto rival, o recuperar un balón tras haberlo perdido.
Con el equipo defensor posicionado aproximadamente en el centro del campo cuando el rival está en posesión, esto nos permite realizar contraataques más rápidos, y posiciones más cercanas entre jugadores si se decide iniciar un ataque posicional. Aunque todo ello obviamente, requiere que los defensores tengan las habilidades técnicas defensivas necesarias y los patrones de presión memorizados, para mantener una “contra-presión” correcta sobre el rival.
Desventajas
Jugar con una línea defensiva alta dejará una gran cantidad de espacio detrás de la línea defensiva, lo que significa que hay mucho espacio para que un delantero rival realice un desmarque a la espalda. En estas situaciones se dan muchos balones largos, debido tanto a la presión que se realiza (el rival en la mayoría de veces preferirá no jugársela y “deshacerse” del balón), como por el espacio que se crea a la espalda, y las situaciones de 2×2 que ocurren a veces entre delanteros y centrales. Enfrentarse a balones largos tan lejos de portería no es la situación ideal para un defensor, puesto que estará desubicado y los patrones habituales de juego dentro del área, son completamente distintos a los que se dan en el centro del campo. Los goles que se reciben con una línea defensiva alta, suelen ser bastante simples, pero notablemente efectivos.
También puede ser un inconveniente para el portero, ya que a menudo lo deja aislado en situaciones individuales, sin embargo, como demuestra Ter Stegen, Neuer y muchos otros, se puede contrarrestar esto desarrollando la situación de “líbero”, mediante el cual, los porteros cortan los balones largos manteniéndose alejado de la portería, y saliendo a tomar riesgos que por otro lado son necesarios. Será necesario entonces, tener un portero con habilidades técnicas muy grandes, así como velocidad.
Conclusión:
El sistema requiere jugadores que sean técnica y tácticamente muy hábiles. Se adapta bien a los equipos que buscan dominar el juego en lugar de aquellos que juegan al contraataque, por lo tanto, no debe ser implementado por todos y cada uno de los equipos. Aunque hay ciertos matices. Hay equipos poco técnicos que deciden presionar arriba. ¿Qué permite esto? Si no hay habilidad de pase, se estará cerca de la portería rival en caso de recuperar el balón, lo que evitará una creación de juego o pases innecesarios para llegar al área contraria.