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Sobrecargar para aislar: Ejercicio de entrenamiento

El ejercicio de entrenamiento de hoy trata sobre la idea de “sobrecargar para aislar” a tu rival y cómo se puede llevar a cabo en la prácica. Para comenzar esta tarea, hay que iniciar con una de las frases más famosas de Guardiola: “Mueve al oponente, no la pelota. Invita al oponente a presionar. Tienes la pelota en un lado, para terminar en el otro”.

Este es exactamente el principio del que hablaremos hoy, sobrecargar un área determinada del campo para luego cambiar rápidamente la pelota a un área del campo que tenga menos defensores posicionados, aislar al defensor lejano ya sea 1×1 o usando superioridad numérica.

Aquí hay que hacer una distinción. No estamos hablando de “pasar la pelota por el simple hecho de pasarla”, más aún, el elemento clave aquí es mover al oponente. La idea de la sobrecarga es que al hacer preguntas al oponente sobrecargando un área del campo, deberían comprometer a más jugadores en esta área, permitiendo que el cambio se realice al lado “más débil”.

Partido 7v7 + 1

La configuración de este juego es simple, un campo dividido en tercios, con carriles en el exterior. El tercio medio está dividido en cuatro secciones. Ambos equipos deben tener 1 delantero en el cuadro contrario y 1 central en su cuadro defensivo.

El tercio medio contiene cuatro jugadores de cada equipo mas un jugador neutral. Al tener esta configuración de terreno de juego, permite como entrenador manipular los resultados diferentes cambiando las reglas y llevándolo a lo que queremos conseguir. Algunas de las reglas que se utilizan son las siguientes:

La primera regla era que cada uno de los cuatro jugadores en las zonas medias debe permanecer dentro de su propia área, para ayudarlos a pensar en su estructura posicional y la distancia con el balón. Si la pelota se juega hacia el delantero, que luego vuelve al tercio medio, se inicia un “juego libre” y los jugadores pueden moverse a cualquier lugar que elijan.

Después de que esto suceda, cada gol vale 2 puntos. Si el delantero recibe el balón y va 1×1 con el central rival, y anota, el gol vale un punto. Realizamos el ejercicio de esta manera al principio para familiarizar a los jugadores con las distancias para apoyar al jugador poseedor, para sobrecargar el centro del campo sin acercarse demasiado al portador de la pelota.

La segunda variante que podemos hacer de este ejercicio de entrenamiento para incorporar el principio de sobrecarga para aislar es la siguiente: el juego comienza con el portero, cuando está en posesión de la pelota, los dos centrocampistas más cercanos a la meta del oponente pueden abrirse a banda.

En este punto del ejercicio, solo el equipo en posesión tiene permitido jugar por banda, pero los otros 6 jugadores dentro del tercio medio son libres de moverse como lo deseen. Al hacer cumplir estas reglas, el juego ha creado una sobrecarga en el área central, también brindando un buen apoyo en profundidad con el central y el delantero, y en amplitud con los “extremos”.

Las reglas para anotar ahora son las siguientes: si el equipo poseedor no juega en banda, el gol valdrá un punto. Si juega en amplitud con un extremo, y se acaba la jugada por el lado contrario al que se inició, valdrá dos. En el momento en que la pelota se juegue con el jugador lejano (extremo), cada jugador en el campo se “desbloquea” y el juego se convierte en libre.

Conclusión

En general, nos gusta esta tarea de entrenamiento por los muchos resultados que puede producir, aunque también debe recordarse que se está tratando de crear una situación muy específica como es sobrecargar, y estamos dejando de lado otros aspectos del juego

Por suerte, este ejercicio no solo le permite al equipo enfocarse en el principio sobrecargar para aislar, sino que le permite al entrenador trabajar en cosas como la orientación corporal, la vinculación y conexión del centro del campo con el ataque, cómo apoyar desde lo más profundo del terreno de juego, etc.

El entrenador también puede trabajar en el juego posicional de los equipos a través de esto, en lo que respecta a la distancia y el espacio cuando se está en posesión controlada, pero también a los movimientos después de que la pelota haya sido recuperada, la idea de no juntarse con el poseedor, o cómo usar bien el timming”.

Una última cosa que también se puede implementar es la importancia de la diagonalidad en el tercio medio para mejorar la progresión limpia de la pelota hacia el extremo.


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