Siempre hemos sabido que las emociones están vinculadas a nuestros recuerdos. ¿A cuántos de nosotros nos resulta más fácil recordar más de un acto/situación por lo altas que fueron las sensaciones que tuvimos en ese momento?

Sobre el cambio en la enseñanza

Hoy comenzamos a saber que nadie puede aprender nada si no está motivado. Es necesario despertar la curiosidad, hacer que el mecanismo cerebral sea capaz de detectar la diferencia en la monotonía diaria.

Se presta atención a lo que destaca. Estudios recientes muestran que la adquisición de conocimiento comparte sustratos neuronales con la búsqueda de agua o comida. Lo placentero. Por eso es necesario encender una emoción en el alumno, que es la base más importante en la que se basan los procesos de aprendizaje y memoria. Las emociones sirven para almacenar y recordar de manera más efectiva.

Acerca de las estrategias para captar más atención

Debes comenzar la clase con algún elemento provocativo, frase o imagen que sea impactante. Rompe el esquema y sal de la monotonía. Sabemos que para que un estudiante preste atención en clase no es suficiente exigirle que lo haga.

Se debe evocar la atención con mecanismos que la psicología y la neurociencia están comenzando a desentrañar. Métodos asociados con la recompensa, no con el castigo. Como somos mamíferos desde hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos impulsa.

Los elementos desconocidos que nos sorprenden son aquellos que abren la ventana de la atención, que es esencial para el aprendizaje.

Sobre Atención/Duración/Tiempo

Los profesores/entrenadores deben romper cada 15 minutos con un elemento disruptivo: una anécdota, una pregunta, algo que plantee un tema diferente.

Sobre el mito de los 2 hemisferios: derecho e izquierdo

Se ha extrapolado la idea de que hay niños con predominio del hemisferio derecho o izquierdo y se crea la idea errónea, el mito, de que hay dos cerebros que funcionan de forma independiente, y que si esa separación no se realiza a tiempo enseñar a los niños les costará.

Esta dicotomía no existe, la transferencia de información entre los dos hemisferios es constante. Si tenemos talentos más cercanos a las matemáticas o al dibujo, no se trata de los hemisferios, sino de su producción conjunta.

Adaptando esto al entrenamiento

“Nadie puede aprender nada si no está motivado”

Aplicar un modelo de comunicación efectivo antes de comenzar el entrenamiento definiendo qué convicción entrenar. Convicción de valores de equipo que se incluye en el objetivo de la temporada.

“Despertar curiosidad”

Aplicación de un modelo de comunicación efectivo antes de comenzar el ejercicio que estimule problemas prácticos del entrenamiento a través de preguntas.

“Las emociones sirven para almacenar y recordar de manera más efectiva”

Aplicación de una estrategia de entrenamiento efectiva para asimilar habilidades, entrenamiento para ganar, entrenamiento en presión (el último que marque gana, inferioridades numéricas simulando expulsiones, etc.)

“Comienza la clase con algún elemento provocador”

Aplicando un modelo de ejercicio efectivo que cause problemas que los jugadores tengan que resolver.

“Métodos asociados con la recompensa, no con el castigo”.

La aplicación de un conjunto efectivo de condicionantes a los ejercicios que favorezcan la recompensa conductual en lugar del castigo. Ejemplo: en lugar decir, que si un jugador da más de dos toques al balón, la posesión será para el otro equipos, fomentar lo contrario: si un equipo no da más de dos toques al balón en X tiempo, punto para ellos.

 “Enfoca todo en 10 minutos para que los estudiantes absorban el 100% del contenido”

Aplicar eficazmente un modelo de transición entre ejercicios que proporcione el ciclo de entrenamiento conductual:

• Sub-sub-problema- »práctica -» reflexión – »repetición -» TRANSICIÓN-INTERRUPCIÓN
• Subproblema – »práctica -» reflexión – »repetición -» TRANSICIÓN-INTERRUPCIÓN
• Problema – »práctica -» reflexión – »repetición -» TRANSICIÓN-INTERRUPCIÓN

Las emociones actúan como contenido “receptivo y fijador” que queremos que sea fácil de asimilar. Por lo tanto, es importante no entrenar táctica porque sí, ni estrategia por estrategia, físico por físico, sino entrenarlas en regímenes emocionales que ayuden a incorporar esta memoria del contenido trabajado al cerebro.

Por tanto, depende del entrenador hacer que esta conciencia esté “viva” a través de ideas para que el jugador pueda elegir reproducir los “recuerdos encarnados” durante el momento competitivo.

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