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Día de partido: Los 5 consejos para un día de partido efectivo

Si bien tus sesiones de entrenamiento semanales es probablemente uno de los aspectos más importantes del entrenamiento de fútbol, ​​también debes tener un buen plan para el día del partido.

  1. HACIENDO LA ALINEACIÓN

Muchos entrenadores deciden según el desempeño del partido de la semana anterior. Esto es un error. Debes elegir un equipo basado en el rendimiento que hayan tenido los jugadores en los entrenamientos semanales. Aunque hay otras variables que también se deben tener en cuenta en esta ecuación: La asistencia (descarga nuestra plantilla de asistencia), la puntualidad, el esfuerzo y la ética del trabajo deben jugar un papel muy importante en esta decisión.

La calidad del calentamiento también puede decirte quién está enfocado y listo para jugar. He realizado muchos cambios en mi equipo inicial en función del estado de ánimo durante un calentamiento.

Es importante recordar que la inconsistencia es común en jugadores jóvenes; así que la estrella de la semana pasada bien podría ser el “villano” de esta semana. También queremos que los jugadores crean que hay una pizarra vacía de jugadores cada semana y que tendrán su oportunidad de iniciar el partido. Esto motiva a los jugadores a estar en su mejor momento durante toda la semana y no permite que nadie ingrese en una zona de confort en los entrenamientos.

El rival cambia cada semana, por lo que es posible que tengas que hacer ajustes para explotar las debilidades del oponente y, al mismo tiempo, utilizar las fortalezas de tus propios jugadores.

  1. REALIZANDO AJUSTES

Algunos entrenadores hacen ajustes al descanso. Está bien hacer ajustes durante la primera mitad si has notado un problema de emparejamiento con uno de tus jugadores y un oponente.

El otro equipo puede ser muy atlético o técnico, por lo que puede que tengas que ajustar tu esquema defensivo colectivo, y no a un jugador concreto. También puede haber una debilidad en el oponente que deseas explotar, antes de que el otro entrenador se dé cuenta de que está en problemas.

  1. NO ENTRENES DESDE EL BANQUILLO

Deberías ver reflejado los entrenamientos de la semana en el momento del partido. El partido es una herramienta para determinar si lo que has hecho durante la semana ha tenido un impacto en el comportamiento futbolístico de tus jugadores. Gritar instrucciones constantemente y hacer de comentarista durante el partido para los jugadores no es ser entrenador.

Tu interjección debe reservarse para problemas que requieren atención inmediata. Esto también les permite a tus jugadores saber que cuando escuchan tu voz, es un asunto urgente o grave.

Aunque es difícil, deberías mantenerte alejado de los árbitros. Tienen una perspectiva diferente del juego e intentan correctos la mayor parte del tiempo. Esto también enseña a tus jugadores a respetar a los árbitros y al juego, pese a que se equivoquen. El árbitro rara vez determina un partido, aunque nos empeñemos en creer lo contrario.

  1. LA CHARLA DEL DESCANSO

El entrenador astuto tomará notas durante el partido (en su cabeza o escrito), de modo que tenga puntos específicos que abordar durante la charla del descanso. Tu lista puede estar llena de temas que te preocupan, pero deberías hablar de máximo tres temas distintos. Está demostrado que implementar más de tres consejos durante el descanso, hace que el jugador pierda el hilo y acabe olvidando las consignas.

Evita términos generales como “no estamos defendiendo bien”. Debes ser más específico con el concepto o consigna de defender que nos está generando un problema serio. Asegúrate de hablar con los jugadores individualmente si son parte del problema. También es importante encontrar aspectos de su rendimiento con los que estés satisfecho, para que no destruyamos la confianza de los jugadores.

El equipo también puede estar jugando muy bien, por lo que puede que no haya mucho que criticar. Si este es el caso, enfatiza lo que el equipo debe seguir haciendo para tener éxito.

  1. LA CHARLA POST-PARTIDO

Al final del partido, permite a los jugadores algo de tiempo para sí mismos. Por lo general, yo les doy unos tres minutos para beber algo y que se calmen. La conversación debe ser breve y debe abordar lo que se dijo al medio tiempo.

¿Hubo una mejora o consistencia en el desempeño (individual y colectivo)? El entrenador ahora debería estar pensando en las sesiones de entrenamiento de la próxima semana. ¿Es necesario revisar los problemas o podemos seguir adelante? Poder evaluar a tu equipo es una parte fundamental del entrenamiento de fútbol.

Hay otros entrenadores que prefieren no hacerlo después del partido, sino en la primera sesión siguiente al partido. También es lícito hacerlo, aunque se pierde la perspectiva de lo que haya ocurrido días antes.


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