Nadie cuestionaría la importancia de la psicología en el fútbol, pero es un elemento que rara vez se analiza con gran detalle. Todos estamos familiarizados con la mentalidad ganadora que hace que los campeones superen la línea, el vacío que se crea en los clubes cuando un entrenador “pierde el vestuario” y el fenómeno del repunte y victoria segura del nuevo míster. Sin embargo, es difícil ver la contribución exacta que nos aporta la psicología a los entrenadores, en comparación con un cambio táctico o una sustitución, por ejemplo. Hablamos hoy de la psicología de Klopp, y de cómo ha creado un equipo de genios psicológicos.
Los aficionados a menudo acusan a un equipo en una forma pobre de falta de pasión o interés. La realidad es mucho más complicada. Recuerdo a un entrenador que tuve en edad cadete, decir que cuando estábamos en peor estado de forma en cuanto a resultados, a menudo tenía la sensación de que los jugadores nos esforzábamos demasiado. Justo lo contrario de lo que se suele pensar.
Tener la motivación para llegar a un balón suelto una fracción de segundo por delante de tu oponente, hacer lo suficiente para ignorar a un defensor o bloquear un tiro es increíblemente importante, y difícil de llevar a cabo.
Cualquier buen entrenador debería poder hacer que sus jugadores quieran darse contra una pared o no tener miedo a morir, como decía Diego Simeone. Pero Klopp parece ser capaz de hacer que sus jugadores lo hagan más rápido que cualquier otra persona. Obtener una ventaja psicológica está, por supuesto, lejos de ser un concepto nuevo.
Los comentarios de Klopp el año pasado después de que Liverpool contratara al psicólogo deportivo, Lee Richardson, algún tiempo después de que el club comenzara a usar un entrenador específico de acciones a balón parado fueron: “La psicología es un trabajo que debemos hacer, pero realmente no estoy todo lo involucrado que debería”.
Sin embargo, algunos de los detalles que han salido del vestuario de Liverpool sugieren que la psicología es un área en la que el alemán sí piensa detalladamente, al contrario de lo que dijo. Wijnaldum dijo a un medio de prensa británico tras la final de Champions en 2018 contra el Real Madrid, que Klopp habló con el equipo antes de salir al campo con la camisa metida en unos calzoncillos de la marca Cristiano Ronaldo. Fue una estrategia para reducir la tensión con un giro al clásico “imagínalos en ropa interior”.
La biografía de Klopp de Raphael Honigstein detalla cómo en mayo de 2004, el Mainz de Klopp estaba intentando el ascenso a la Bundesliga después de dos intentos fallidos en los dos años anteriores. Antes de su decisivo partido en casa de fin de temporada contra el Eintracht, Klopp colgó una pancarta en el vestuario que decía simplemente: “¡Jaaaaaaaaa!” (¡SÍ! En alemán) intentando crear una atmósfera positiva, visualizando la futura victoria del equipo, aligerando además la tensión y cambiando la mentalidad de los más negativos del grupo. Y funcionó.
Las palabras de Klopp en las ruedas de prensa sobre cómo hacer frente a la presión a menudo llevan al mismo mensaje: su equipo debería disfrutar de estar en una situación de presión alta.
En diciembre de 2018, prometió que su equipo “disfrutaría el viaje” de la carrera por el título en la 2018/19. En febrero de 2019, después de haber perdido puntos ante Leicester y West Ham, Klopp negó haber sentido presión, y dijo “abrochemos los cinturones de seguridad y dejémonos llevar”. Claramente una manera de conseguir que sus jugadores se relajaran para los difíciles meses que tenían por delante tanto en Premier como en Champions League.
Su mensaje encaja con el rasgo de “mentalidad de crecimiento” popular en la psicología; Una forma de pensar que se centra en el esfuerzo por encima de los resultados, que resalta la importancia de aceptar los desafíos. Una de sus pioneras, Carol Dweck, dijo: “Si los padres quieren dar un regalo a sus hijos, lo mejor que pueden hacer es enseñarles a sus hijos a amar los desafíos, intrigarse por los errores, disfrutar del esfuerzo y seguir aprendiendo”.
Esfuerzo es lo que Klopp considera que tenía como jugador en ausencia de un gran talento, y parece que se identifica con jugadores en una situación similar a la que él tuvo.
Klopp no ha reinventado la rueda con esto, pero aparentemente ha aplicado una psicología coherente, clara y altamente motivadora con gran eficacia, que contribuye en gran medida a proporcionar un liderazgo excepcional. Al igual que al contar un chiste, el secreto de una buena orientación psicológica reside en la entrega.
Quizás tenga algo que ver que su padre era un vendedor ambulante, un trabajo que requería una buena cantidad de ingenio social y psicológico, que puede haber jugado un papel importante en su vida.
Ignorar dos decepciones consecutivas para lograr que Mainz ascendiera y luego desafiar las probabilidades de llevar al Borussia Dortmund a títulos consecutivos de la Bundesliga debe haberle dado a Klopp toda la confianza en sí mismo que necesita para llevar a cabo su enfoque. Porque la psicología de Klopp necesita de una confianza en sí mismo y un autoestima por encima de la media. Y es por ello que se permite el lujo de decir que su equipo está plagado de “monstruos de lo mental”.
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