Al igual que en el juego de la zona de finalización que ya analizamos en este artículo, un ejercicio de entrenamiento en 3 zonas es una configuración bastante común para muchos entrenadores, especialmente cuando quieren trabajar en la construcción desde atrás. Pero como siempre decimos, hay que acercar el entrenamiento lo máximo posible a la realidad del juego durante los partidos. Tener 3 zonas nos permite trabajar los aspectos de una manera realista, y además permite trabajar las fases de defensa y ataque organizado analíticamente, lo que permite un aprendizaje más comprensible para el jugador, al ver todo de manera mucha más clara.

Por un lado, no es necesario fijar la ocupación numérica exacta de las zonas, sino dar ciertos objetivos basados ​​en qué hacer con o dentro de las zonas. Por ejemplo, la pelota debe pasar por todas las zonas antes de que se pueda marcar un gol o una pase en profundidad entre centrales en el último tercio se recompensa de una manera especial.

Por el otro lado, también es posible comenzar con algunos jugadores fijos en cada zona. Aunque ciertas acciones pueden romper este tipo de organización. Por ejemplo, mismo número de jugadores en el tercio medio, y cada equipo un jugador más en el tercero más cercano a su propia meta.

Ejemplificaremos esta explicación de los ejercicios de entrenamiento en 3 zonas con el siguiente concepto del ataque combinativo: el pase atrás como primer pase hacia adelante

EJERCICIO DE ENTRENAMIENTO EN TRES ZONAS: EL PASE ATRÁS COMO PRIMER PASE HACIA ADELANTE

En esta variante, la relación entre los jugadores y las dimensiones del campo se reduce notablemente. Desde los pases desde atrás se crean situaciones en las que se abrirá más espacio de campo para poder utilizarlo.

Preparación

El campo se divide en 3 zonas. En su zona inicial, cada equipo está en una superioridad numérica de 3 contra 1. En el centro, se juega un 4 contra 4.

Ejecución

El juego siempre comienza con la posesión de un equipo en la zona media, donde se mantiene el 4 contra 4. El equipo atacante puede jugar directamente al último tercio, crear un 4 contra 3 allí y terminar el ataque. Un gol es recompensado con un punto.

En la otra opción (la que más nos interesa), el equipo en posesión juega un pase hacia atrás a su propio tercero, donde pueden usar el 3 contra 1 (más el portero). Los oponentes pueden presionarlos de la forma que deseen. Un gol después de esto sería recompensado con 3 puntos en lugar de 1.

Si los defensores ganan el balón, se les permite realizar un contraataque. Si el equipo marca, recibe el balón en el tercio medio para empezar la siguiente acción. Si no logran anotar, será el otro equipo el que empiece.

Variaciones

– El equipo en posesión puede enviar a un jugador de su propio tercero a la zona central para crear una ventaja numérica.

– Cambiar las relaciones numéricas en cada zona antes de cada ronda: ¿cuándo tiene sentido jugar un pase atrás? ¿Cuándo deberíamos jugar de inmediato hacia arriba?

Puntos a tener en cuenta durante el ejercicio

Cuando el oponente defiende agresivamente, si el equipo poseedor envía un pase atrás hacia su primera zona, probablemente seguirá al balón y presionarán el receptor sin detenerse. Esto es lo que queremos conseguir, que el rival acuda con mucha gente a presionar en la primera zona, para que aparezcan los espacios en segunda y tercera zona, permitiendo así avanzar con superioridad numérica. Estirar al rival para hacerle daño, este debe ser el objetivo principal a tener en cuenta durante la tarea.


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