Los entrenadores de fútbol base nos quejamos a menudo de lo difícil que es mantener la atención de tus jugadores. Hoy os vamos a dejar algunos tips y soluciones para aplicar en las sesiones de entrenamiento, tal y como explican los entrenadores más experimentados a los que hemos consultado:

Ambiente

Nadie puede escuchar sin tranquilidad. Por tanto, espera hasta que todos están quietos y relajados. No hables hasta que tengas esta situación. Es un consejo de entrenamiento que parece muy simple, ​​pero que con frecuencia es ignorado incluso por entrenadores de fútbol con larga experiencia en los banquillos.

  • Extender o levantar una mano puede ayudar a llamar la atención en situaciones así.
  • Asegúrate de que todos los balones están en el suelo. No sostengas una pelota mientras hablas, a menos que la uses para una demostración práctica.

Cuando hables, ten el sol frente a ti, no detrás de ti. Los jugadores escuchan con sus oídos, pero también con sus ojos, así que si tienen que entrecerrarlos, su comunicación no verbal es más pobre. Aunque no haya sol, deberías alejar a los jugadores de cualquier otra actividad, por ejemplo, del entrenamiento del equipo de al lado.

Agua

Mantén a los jugadores hidratados desde el principio. Incluso antes de que comience una sesión de entrenamiento, deberían tener algo de agua en el cuerpo. Por supuesto nunca les ofrezcas bebidas gaseosas. Está demostrado científicamente que es inútil y puede, por supuesto, aumentar la excitación. El agua ayuda a mantener la concentración, y da sensación de menos agotamiento físico y mental.

Fija tiempos para beber antes, durante y después. No sólo en cuanto a tiempo para hacerlo, sino por ejemplo, antes de pisar el campo, después del segundo ejercicio, etc. Esto evita las típicas preguntas de: “míster, ¿cuándo podemos ir a beber agua?” Y sobre todo, los viajes a las fuentes que duran minutos y minutos.

El mensaje

Tres mensajes a la vez es la cantidad máxima de información que debes proporcionar a un jugador/grupo de jugadores. Suena obvio, pero existe un peligro real en decir más consignas, reglas o consejos de los necesarios. Los jugadores pronto se apagan y desconectan.

No habléis dos a la vez, aunque vuestro cuerpo técnico sea grande. Idealmente sólo debe hablar uno, con un comentario o matización del segundo entrenador si es necesario. Habla con todo tu cuerpo, no solo con la boca. Tienes que sentirte cómodo con la forma en que proyectas el mensaje. Una actitud positiva del cuerpo es crucial. Se dice que el 50% de la comunicación efectiva es no verbal, el 10% son las palabras que decimos, y el 40% la forma en que se dicen.

Recuerda que no estás hablando con “pequeños adultos”, todavía son niños.

Un experto respetado en un tema tendrá una audiencia más atenta. Si no eres el experto, usa las citas de los que sepan. Pero recuerda, por mucho que te guste una frase o cita, si no sabes su significado al 100%, por favor, no la digas. Hacer o decir lo que no sabes puede causarte problemas más adelante.

El consejo clave: Pregunta, pregunta y pregunta

Haz que los jugadores siempre respondan a tus preguntas, usa su experiencia previa en este deporte. Es increíble lo que saben. Esto no sólo permite tenerlos más atentos, sino que también te proporciona un feedback de cuánto han entendido tus palabras.

 

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