Como agentes ligados directa o indirectamente al fútbol, percibimos que la principal diferencia entre un grupo de trabajo -donde los individuos comparten un espacio en común, presentan objetivos definidos, papeles distribuidos, reglas y estrategias – y un equipo de alto rendimiento deportivo se centra en el factor tiempo. Tiempo para conocer, compartir momentos, compartir experiencias, crear vínculos de interdependencia, esencialmente en la ejecución de la tarea, pero también fuera de ella.

Sé que la cohesión de tareas tendrá siempre prioridad y mayor enfoque en la productividad, pero cuando a esa interdependencia juntamos la cohesión social (los elementos fuera del contexto del entrenamiento interactúan, los jugadores se preocupan por el otro, etc.), hay un extra. Si me preocupo por un compañero fuera del entrenamiento, garantizado que le voy a ayudar dentro del campo.

Respecto a esto, el entrenador Sérgio Conceição decía: “no admito que un capitán no tenga conocimiento de que un colega suyo fue padre hace tres meses, esto para mí no es posible”. Además añadía: “No permito el uso de teléfonos móviles en zonas asociadas a la tarea deportiva”. Con esta medida, además del componente del rendimiento (porque utilizar y acceder a la información fuera del contexto del entrenamiento despista), también pretendió que hubiera más cercanía, comunicación, compartir charlas y opiniones entre los jugadores.

Vamos a intentar descifrar en este artículo cuáles son las fases por las cuales un grupo pasa y cuál es el enfoque del entrenador en esos mismos momentos para llegar al éxito como equipo.

La psicología del deporte, en su trabajo de investigación sobre equipos y liderazgos, destacan cuatro fases por las que un grupo de jugadores pasa en el transcurso de una temporada deportiva para alcanzar el éxito como equipo, siendo las mismas:

  1. Formación
  2. Turbulencia
  3. Normalización
  4. Rendimiento

FORMACIÓN

La primera fase corresponde al inicio de la temporada, esencialmente en el período de pretemporada. Estamos en ese momento en que hay jugadores nuevos, que buscan integrarse y darse a conocer. Muchos de países y culturas diferentes, con objetivos y expectativas distintas para el proyecto que se inicia. Todo nuevo, mucha ambición, pero mucho desconocimiento.

Vamos a destacar aquí algunas características básicas de la fase de formación:

  • Es la fase de los jugadores donde se dan a conocer y establecen las primeras interacciones;
  • Los jugadores intentan percibir si empiezan a pertenecer al grupo y cuál es el papel que se les asigna;
  • Después de que cada jugador encuentre su lugar en el grupo, empiezan a ponerse a prueba las relaciones interpersonal construidas. Incluso aquellas formadas entre los líderes (jugador-jugador) o incluso (jugador-entrenador);
  • Los jugadores menos identificados con los grupos y los valores que empiezan a ser construidos, podrán comenzar a encontrar complicado crear relaciones positivas con los otros jugadores;

Papel del entrenador en la fase de formación

En esta fase el entrenador tiene la responsabilidad de ayudar a crear vínculos sólidos entre los jugadores. Promover estrategias de carácter social (excursiones, comidas, etc).

En el caso de que surja un problema en esta fase, es esencial que el entrenador mantenga las vías de comunicación abiertas, percibiendo cuáles son las motivaciones y expectativas de los jugadores y del equipo, en el sentido de recoger información y percibir las necesidades a trabajar en esta, y en las fases siguientes.

Buscar ser adorado en vez de respetado: “más vale caer en gracia que ser gracioso”. Crear empatía, desarrollar trabajo y crear la distancia necesaria para efectuarlo con eficacia.

TURBULENCIA

Esta es una fase que se caracteriza por el conflicto. Se produce cuando el entrenador ya analizó las características de cada jugador y ya tiene una idea general de lo que será su papel dentro del equipo.

A veces catalogamos el conflicto como una palabra distante del crecimiento de un equipo. Sin embargo, estos momentos son esenciales para su evolución. Choque de ideas, confrontaciones y posicionamientos distintos son fundamentales para mantener al grupo alerta, atento y fuera de una línea de confort que a veces nos distrae del objetivo.

Características básicas de la fase de turbulencia:

  • Esta segunda fase tiene como punto clave el choque de posiciones entre los jugadores y el entrenador;
  • Fase de los conflictos internos, después de que el entrenador y los atletas hayan establecido sus papeles y status dentro del grupo;
  • En muchos casos, pueden surgir incluso conflictos en el contexto del entrenamiento, debido a la competencia entre los jugadores por los papeles y roles dentro del campo;

Papel del entrenador en la fase de turbulencia

Comunicar de forma directa, honesta y objetiva con los jugadores, acerca de las evaluaciones que hacen a sus características (aspectos a mantener, desarrollar, eliminar y añadir), así como al papel que desempeñan dentro del equipo. Esta información permanente ayuda a reducir las incertidumbres en el futbolista, ya que la incertidumbre es la principal fuente de estrés en esta fase.

NORMALIZACIÓN

La fase de la turbulencia termina con la comprensión y aceptación de los papeles establecidos a los elementos del grupo. Comienza a crearse un clima de pertenencia e identidad al equipo.

Características básicas de la fase de normalización:

  • Durante esta fase la cooperación y la solidaridad son las palabras clave;
  • Al contrario de las fases anteriores en que el enfoque del atleta estaba en el bienestar personal, en la fase de normalización los atletas, aun teniendo sus objetivos personales- trabajan juntos para alcanzar los objetivos colectivos.
  • La cohesión de grupo se desarrolla en esta fase, cuando los jugadores presentan al colectivo como prioridad;
  • Los papeles asignados a los futbolistas confieren estabilidad, un valor de contribución para que el jugadores se sienta útil y valorado durante la temporada;

Papel del entrenador en la fase de normalización

Normas definidas, papeles distribuidos y el equipo funcionando de manera estable en camino a la consolidación. Nada mejor que esta fase para preocuparse también por los aspectos de cohesión social. Es la fase esencial para promover acciones y decisiones, pues el grupo está orientado al logro de los objetivos colectivos, estando totalmente receptivo para lo que venga.

RENDIMIENTO

Esta es la fase donde la cereza está en la parte superior de la tarta. Es el punto máximo de la evolución de un grupo para un equipo. El gran desafío de esta fase permanecer en ella sin retroceder.

Características básicas de la fase de Rendimiento:

  • Corresponde al estado ideal en lo que se refiere a los niveles de rendimiento deportivo;
  • Los jugadores, en esta fase, se encuentran totalmente cohesionado y depositando todas las energías en el éxito del equipo. Se sienten parte de ella. Ven el equipo como una unidad;
  • En este momento no hay conflictos ni estructurales (roles), ni interpersonales (sociales);
  • Los jugadores se ayudan unos a otros, dan opiniones, comparten retroalimentación, se superan y son solidarios en el campo. El éxito del equipo es el objetivo principal;

Papel del Entrenador en la fase de Rendimiento

Aquí estamos ante dos preocupaciones que el entrenador debe tener en la gestión de esta fase. Proporcionar a cada atleta feedback sobre su juego y asegurarse de que todos los elementos del equipo se sienten integrados y parte activa del grupo.

No hay comentarios

Deja una respuesta