Analizar tácticamente los patrones de un equipo rival puede llegar a ser bastante aburrido: El central siempre busca en largo al extremo, que siempre realiza el centro mediante un balón hacia atrás raso al borde del punto de penalti, por poner un ejemplo. Pero, ¿cómo se colocó el delantero que busca rematar ese pase al borde del punto de penalti? ¿cómo consiguió finalizar tan bien?

Mirar detenidamente el partido en formato video siempre ayuda. Pero hay mucho más detrás.

Mucha gente dice que las estadísticas por sí solas no pueden describir lo que sucede en un campo de fútbol. De hecho, no puede medir de forma objetiva los 4 elementos que os presentaré a continuación con solo mirar los datos de partido.

Sin embargo, argumentaré que puedes medirlos si tienes datos posicionales completos (es decir, visibilidad de cada jugador en el campo en cada momento de la jugada), creando estadísticas relevantes que midan cómo se crea, usa y niega el espacio. Algo que ayudará a nuestros análisis tácticos.

Información importante sobre los datos

Yo recolecto habitualmente los datos con el video como referencia, a veces un número alto de veces, porque no todos tenemos un nivel profesional de análisis, desgraciadamente. De hecho, puede ser imposible recopilar esos datos con precisión sin tener acceso al estadio en sí.

“Nosotros recolectamos la mayoría de nuestros datos nosotros mismos. Los datos de Opta y otros no son realmente útiles para nuestro tipo de trabajo”. —Michael Niemeyer, FC Bayern

En cualquier caso, el método que utilizamos es suficiente para ilustrar algunas de las cosas que puedes hacer con los datos, con la ventaja adicional de tenerlo de manera gratuita, ya que habitualmente los programas de análisis estadístico son extremadamente caros.

Claramente, lo que no queremos en el análisis táctico es ver todo el rectángulo de juego; sino un polígono que incluye la pelota, el objetivo (portería) y cualquier jugador relevante.

4 TRUCOS Y MÉTRICAS PARA MEJORAR TUS ANÁLISIS TÁCTICOS

  1. Superioridades numéricas

Crear situaciones de superioridad numérica es una de las principales ventajas de los estilos de juego directos o de contraataque. La habilidad para crear tales situaciones es algo la que pueden tener los centrocampistas más profundos, los defensores e incluso los porteros.

Por otro lado, la capacidad de contrarrestar estas situaciones es un rasgo de una defensa bien organizada, el tipo de defensas que no hacen muchas entradas, pero encajas muy pocos goles.

  1. Marcajes

Comenzamos por identificar, para cada defensor, quién está más cerca pero más lejos del atacante. Si la distancia a ese atacante es menor que cierta distancia de marcaje (unos pocos metros), consideramos que el defensor está marcando al atacante. Si ningún atacante está más cerca que esa distancia, entonces asumimos que el defensor está marcando de manera zonal (un círculo con el radio igual a la distancia de marcaje).

¿Cómo mejoramos o hacemos daño a nuestro rival con esta métrica?

Hay que observar las situaciones de confusión (por ejemplo, cuando 2 defensores están muy cerca del mismo atacante, pero hay otro atacante cerca)

¿Por qué necesitamos esta métrica en el análisis?

Las entradas y las intercepciones son las principales métricas utilizadas para evaluar a los defensores, pero cualquier analista profesional te dirá que posicionarte de manera correcta tácticamente lo es todo.

“Si tengo que hacer un tackle, entonces ya he cometido un error” – Paolo Maldini

La mayoría de las jugadas no implican una situación de ventaja numérica, y cuando tienes tantos defensores como atacantes, un fallo en el marcaje puede ser la diferencia entre una oportunidad de gol y un ataque que no va a ninguna parte. Los grandes defensores se asegurarán de que esto suceda.

  1. Desmarques y opciones de pase

Comenzamos identificando si cada atacante está marcado o no. En este caso, estamos utilizando la posición futura esperada del atacante para establecer la marca (siempre ataca entre central y lateral, siempre entre centrales, etc).

Luego trazamos líneas entre el jugador que tiene la posesión del balón y todos los atacantes sin marcaje.

¿Por qué necesitamos esta métrica en el análisis?

El movimiento sin balón es una habilidad importante para un jugador ofensivo, y si bien generalmente se traduce en tiros, es una habilidad en sí misma que también debe medirse.

“Cruyff siempre hablaba sobre dónde deberían correr los jugadores, dónde deberían pararse, dónde no deberían moverse. Se trataba de crear espacio y atacarlo “. Barry Hulshoff, miembro del equipo Ajax de los años 70.

Además, es una característica de los equipos que realizan presión alta el tratar de cerrar las líneas de pase del rival, con la esperanza de una intercepción o un pase fallido cuando el rival se apresura en tomar la decisión: esta métrica nos ayudará a evaluar la efectividad de las estrategias operativas de partido.

  1. La calidad de pase

Los buenos pases se hacen donde el destinatario estará, no donde están. Para esta métrica, mostramos el pase real sobre las opciones de pase (reutilizadas de la última métrica) en el momento en que se realizó. Es decir, ¿cuántas veces quiso hacer un pase a jugador X con un pase efectivo (hacia el lugar donde estará su compañero) y cuántas veces lo hizo de manera negativa (perdiendo el balón, con un pase defectuoso, etc).

(pases en negro = opciones de pase/ pases en rojo = pase realizado)

¿Por qué necesitamos esta métrica?

Tendremos muy buena información sobre los pases realizados: lugar de origen y destino, tipo de pase, tasa de éxito, etc.

Los grandes pasadores arriesgan mucho, especialmente en ataque, lo que resulta en una tasa de éxito inferior a la normal. Las medidas para corregir esto generalmente implican considerar el origen y el destino del pase, pero el espacio disponible debe ser el factor más importante para evaluar la dificultad del pase en esta métrica.

Conclusión

No es una coincidencia que la analítica deportiva avanzada se iniciara en el béisbol: el deporte se presta a un registro fácil, con duelos individuales limitados (el lanzador contra el bateador) como base para todo lo que sucede.

El fútbol, ​​por el contrario, es un deporte difícil de resumir: mezcla la naturaleza fluida del baloncesto con la complejidad táctica del fútbol americano. A diferencia del baloncesto, las cadenas de pase son turbias en el fútbol (con muchos duelos y un claro propietario del balón). A diferencia de su primo estadounidense, no puedes entrenar un libro de jugadas fijo (fuera de las acciones a balón parado).

El objetivo de este artículo es convencer a analistas o futuros analistas de que necesitamos datos posicionales completos para medir correctamente lo que sucede en el campo, y no sólo los comportamientos tácticos grupales. Aunque los equipos profesionales de primer nivel ya están haciendo este tipo de análisis, nosotros, los aficionados, no tenemos acceso a él.

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