“Todo lo que ocurre en un partido, excepto los disparos, se puede trabajar en el rondo. El aspecto competitivo, luchar por crearte el espacio, qué hacer cuando estás en posesión y qué hacer cuando no tienes el balón, cómo jugar al fútbol a un solo toque, cómo contrarrestar el marcaje y cómo recuperar el balón”. – Johan Cruyff

El rondo se puede adaptar de varias maneras. Puedes enfatizar diferentes aspectos dependiendo de tu estilo preferido de juego. Además de entrenar el comportamiento de tu equipo dentro y fuera de la posesión, hay variaciones incluso si quieres entrenar las transiciones. El biógrafo de Pep Guardiola, Martí Perarnau, escribe que Guardiola siempre establece ciertos desafíos técnicos y tácticos en sus rondos. Estas variaciones crean constantemente nuevos contextos y desafíos para los jugadores.

La variación más común del rondo tradicional es un límite en el número de toques. Muchos entrenadores usan límites sin ser conscientes de la teoría detrás de ello. Por encima de todo, limitar a los jugadores a menos toques mejora su técnica de pase. Sus pases deben hacerse de manera muy precisa y ponderada de tal manera que el receptor pueda pasar con su primer toque y mantener el rondo fluyendo. Como resultado de este juego de un solo toque, hay una velocidad significativamente mayor, lo que reduce el tiempo disponible para la toma de decisiones.

Esto puede asustar a los jugadores al principio, pero la práctica y repetición hará que los jugadores se adapten a la situación más difícil. Si el ejercicio se lleva a cabo de manera persistente a un nivel demasiado simple, no habrá ninguna o solo mejoras imperceptibles. El límite de dos toques requiere que los jugadores controlen la pelota de tal manera que puedan hacer un pase con su segundo toque. El pie menos hábil de los jugadores también mejorará, ya que a menudo no podrán controlar y pasar el balón con el mismo pie como resultado de la presión del equipo contrario.

Otra forma de variar el rondo con límites de toque es introducir una regla de 1-2 toques: si un jugador necesita dos toques, el siguiente pase debe jugarse con uno. Esto requiere un alto nivel de atención y concentración, los jugadores también serán desafiados cognitivamente. Thomas Tuchel, por ejemplo, es conocido por desafiar a sus jugadores al máximo en el entrenamiento para que no se sientan indefensos en la competición. La introducción de una prohibición de pase (no se puede pasar la pelota al jugador cercano, por ejemplo) además obligaría a los jugadores a tomar decisiones rápidas. En esta situación, el receptor tendría una opción de pase menos que en un rondo tradicional; esa línea de pase podría ser ignorada deliberadamente por los defensores. Por lo tanto, esta restricción demostrará a los jugadores las ventajas tácticas de un uno-dos, que se pueden usar, entre otras cosas, para atraer oponentes.

Otra variación que se usa con frecuencia es que los defensores deben controlar la pelota; solo con tocarla ya no es suficiente para poder salir del centro. Los jugadores deben aprender que en los juegos reales no sirve de nada simplemente tocar la pelota si no la controlas. Algunas reglas simples para implementar esto serían que los defensores necesitan tocar la pelota dos veces o hacer un pase entre ellos antes de que puedan abandonar el centro.

Para aumentar el desafío, se pueden incluir tareas adicionales para los defensores en el ejercicio. Se les puede pedir que saquen la pelota fuera del espacio del rondo o que pasen a ciertas zonas o marquen en mini porterías. Los cambios simples también pueden usarse para entrenar transiciones. Por ejemplo, si se instruye a los defensores para que salgan de la zona del rondo después de recuperar el balón, estarán entrenando su transición ofensiva. Los jugadores que acaban de perder la pelota entrenarán por turnos su transición defensiva. Un contraataque efectivo evitará que los defensores salgan del espacio y vuelvan a asegurar la posesión de la pelota. Esto entrena implícitamente la capacidad de los jugadores para reaccionar y anticiparse.

Las variaciones que os hemos sugerido representan solo una pequeña fracción de las muchas formas en que puede adaptar la forma básica del rondo. Además, las diferentes reglas se pueden combinar entre sí en diferentes situaciones. La creatividad de un entrenador no debe conocer límites al introducir reglas adicionales, pero el entrenador debe ser consciente de las consecuencias (implícitas) y de si conducirán a que se alcancen los objetivos de la sesión de entrenamiento.

Os dejamos dos ejemplos de entrenadores reconocidos que han modificado el rondo tipo básico para llevarlo a su idea de juego y el momento que quieran trabajar:

RONDO DEL ATLÉTICO DE SIMEONE

el rondo simeone

Explicación

Un rondo simple 8×2, en el que el jugador que da el pase, debe inmediatamente salir del espacio para volver entrar.

Además de trabajo físico, este ejercicio desafía a los jugadores mentalmente. El hecho de abrirse rápidamente, permite crear espacios, por lo que el entorno de los jugadores cambiará constantemente. Esto ayuda a los jugadores a acelerar la toma de decisiones como resultado de tener que reaccionar ante situaciones que cambian constantemente. Los jugadores que vuelven del sprint tras salir/entrar, mejorarán además su capacidad para reorientarse a la nueva situación de balón.

RONDO DEL MILAN DE SACCHI

rondo sacchi

Explicación

Un rondo simple 4×2, en la zona interior, con dos defensores por banda que pasarán a ser atacantes cuando sus compañero de dentro roben el balón a azules.

Esta variante entrena las cuatro fases del juego. Además de trabajar en los conceptos dentro y fuera de la posesión como se hace en el rondo estándar, las transiciones ofensivas y defensivas también se entrenan. Al igual que en la variación anterior, acelerar el proceso de toma de decisiones de los jugadores es un elemento clave. Los jugadores del equipo azul deben reaccionar rápidamente, ya que los dos jugadores del medio serán superados en número por la presión de cuatro jugadores del equipo azul. El objetivo no es solo recuperar la pelota, sino también elegir el pase correcto. Se puede poner énfasis también en la presión tras pérdida.

Casi ningún ejercicio de entrenamiento es tan popular como el rondo. En diferentes niveles se puede utilizar como un juego de calentamiento, un ejercicio técnico o un juego. Las formas en que se puede adaptar son casi infinitas: el formato básico se puede modificar según el objetivo de tu sesión. Sin embargo, para garantizar una sesión de capacitación específica y efectiva, es esencial que el entrenador tenga el conocimiento adecuado del ejercicio utilizado.

El rondo se usa a menudo en clubes de nivel inferior únicamente como un ejercicio alternativo para reducir la intensidad de la sesión de entrenamiento. En el , por otro lado, los diversos juegos de rondo son un elemento clave en la formación, que refleja los principios básicos de la filosofía futbolística del club.


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