El atributo del coeficiente intelectual en fútbol en su nivel más básico describe la capacidad de los jugadores para tomar buenas decisiones en un partido. Los mejores jugadores del mundo tienen un coeficiente intelectual del fútbol extremadamente alto. En otras palabras, no son solo grandes dribladores, pasadores y tiradores, sino que su capacidad para tomar decisiones excelentes en un momento dado es lo que los distingue. Este artículo describe tres componentes importantes del coeficiente intelectual del fútbol y formas de mejorar cada uno. Los tres componentes incluyen la toma de decisiones, estar en el lugar correcto en el momento adecuado y leer el juego.
Toma de decisiones
En cualquier momento de un partido de fútbol, los 22 jugadores en el campo están tomando decisiones. Las decisiones que se toman en el transcurso del juego se suman y tienen un efecto acumulativo. Muchas veces, el equipo que toma más buenas decisiones gana el partido.
Por otro lado, el fútbol es un juego de errores. Un equipo puede tomar buenas decisiones el 99% del tiempo y aún así perder si su oponente capitaliza y castiga uno o dos errores. Esto demuestra que, si bien tomar buenas decisiones es importante, evitar errores críticos puede ser uno de los aspectos más importantes de tener un alto coeficiente intelectual aplicado al fútbol.
Dicho esto, ningún jugador es perfecto. Incluso los mejores jugadores del mundo cometen errores de vez en cuando. Lo más importante es que los jugadores no se detengan ante sus errores. A nivel de fútbol base, los entrenadores deben tratar los errores como oportunidades de aprendizaje. De esta forma, los jugadores no se desanimarán cuando se equivoquen.
- Tipos de decisiones en un partido de fútbol
Las decisiones en un partido de fútbol se pueden dividir en dos categorías. Qué hace un jugador con la pelota y qué hace sin ella.
Cuando un jugador tiene la pelota, realmente tiene tres opciones. Pueden regatear, pasar o disparar. Los mejores jugadores del mundo hacen un seguimiento de dónde están sus compañeros de equipo y jugadores adversarios en todo momento. Debido a este alto nivel de conciencia, generalmente saben lo que van a hacer con la pelota antes de que llegue a ellos. Ir un paso por delante es la mejor manera para que los jugadores tomen buenas decisiones.
Por otro lado, lo que hacen los jugadores cuando no tienen la pelota es de vital importancia. En un partido de fútbol de 90 minutos, cualquier jugador tendrá la pelota en sus pies entre uno y dos minutos. Debido a que este es un período de tiempo tan minúsculo, la mayor parte de la contribución de los jugadores a su equipo se compone de lo que hacen cuando no tienen la pelota. Por lo tanto, decisiones como desmarcarse en la fase ofensiva o saber cuándo aplicar presión frente a la línea defensiva rival, pueden tener un enorme impacto en el resultado de un partido.
- Mejorando la toma de decisiones
Una de las formas más fáciles de mejorar la toma de decisiones es hacer que los jugadores jueguen rápidamente. La velocidad de juego es una de las cosas más importantes que separa a los jugadores profesionales de fútbol de los aficionados. El juego profesional es extremadamente rápido. Por lo tanto, los profesionales tienen que procesar el juego y tomar decisiones mucho más rápidamente que los jugadores de niveles inferiores. A medida que los jugadores juegan a niveles cada vez más altos, la velocidad de partido es una de las primeras cosas en aumentar. Por esta razón, la mejor manera para que los jugadores mejoren es jugar al más alto nivel posible. Los espacios reducidos, que puedes leer aquí, ayudan a un jugador a adaptarse y tomar decisiones a un ritmo más rápido.
Estar en el lugar correcto en el momento correcto
Los jugadores con un alto coeficiente intelectual entienden la importancia de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Se mueven constantemente en la fase ofensiva para encontrar espacio y ángulos de pase para apoyar a sus compañeros de equipo. En defensa, cambian y se mueven para quitarle espacio a sus oponentes.
Un jugador que es un gran ejemplo de movimiento sin balón es el delantero alemán Thomas Müller. Aunque Müller no es el jugador más grande o más rápido del mundo, tiene excelentes fundamentos y siempre parece estar en el lugar correcto en el momento correcto. Su impecable coeficiente intelectual en fútbol le da una tremenda ventaja. Por esta razón, lideró al equipo alemán en las últimas dos Copas del Mundo y obtuvo la bota de oro en 2010.
Para estar en el lugar correcto en el momento correcto, el tiempo lo es todo. Hacer una carrera al espacio precisa en el momento adecuado le da al delantero una gran ventaja sobre un defensor. Independientemente de la velocidad de los jugadores o las capacidades físicas, el jugador con los mejores instintos obtendrá siempre una ventaja. La mejor manera de mejorar los instintos futbolísticos es a través de la experiencia, por eso las sesiones de entrenamiento son tan importante.
Además, el fútbol es un juego que se basa en el espacio. Cuanto más espacio pueda encontrar un equipo en la fase ofensiva, más tiempo tendrán los jugadores la pelota. Como en el caso de Thomas Müller, los jugadores ofensivos que saben cómo crearse espacio tienen más tiempo para procesar que la defensa y, por lo tanto, toman mejores decisiones. En defensa, si los jugadores se posicionan correctamente, tendrán una ventaja. Los mejores defensores pueden anticipar lo que el equipo ofensivo intenta hacer y son proactivos para colocarse en una buena posición.
Leer el juego
Los jugadores con un alto coeficiente intelectual en fútbol hacen un excelente trabajo al leer el juego. En otras palabras, son conscientes de lo que les rodea, tienen buena visión con y sin pelota, y pueden leer las señales de los oponentes. Aunque la mejor manera de mejorar la lectura del juego es a través de la experiencia, hay ciertas cosas que los jugadores pueden hacer para mejorar.
Un jugador que tenía una excelente lectura del juego era el centrocampista Xavi. Tenía una gran visión y siempre sabía lo que le rodea. Xavi miraba sobre su hombro antes de recibir un pase para saber de cuánto tiempo y espacio disponía. También usaba su visión periférica para saber dónde estaban sus compañeros de equipo.
Además, leer el juego es ventajoso para el equipo defensivo. Al observar de cerca, los defensores pueden anticipar lo que los atacantes van a hacer. Por ejemplo, si un jugador atacante está recibiendo con presión, los defensores deben saber anticipar un pase largo. Además, pueden captar señales como cuándo presionar y cuándo quedarse atrás. Por ejemplo, si un jugador ofensivo tiene la pelota y encara hacia portería, es el momento para ejercer presión porque no podrá jugar hacia delante.