En el fútbol moderno, el lateral ofensivo se ha presentado como una potente ayuda para crear juego, y como un arma táctica que proporciona una amplitud natural en ataque para formaciones en diamante, en el 1-4-3-3 o el 1-4-4-2.
Con el regreso de las líneas defensivas de tres centrales, el lateral ofensivo ha dado un paso adelante con el reciente aumento en el uso de carrileros, tipo Hakimi o Angeliño. En este artículo veremos ejemplos destacados, pero también evaluaremos la mejor manera de configurar a tu equipo para sacarle el máximo partido y conseguir el máximo impacto al lateral ofensivo.
LA REVOLUCIÓN DE ROBERTO CARLOS
Mientras que jugadores como Facchetti, Breitner, Krol, Amoros y Brehme revolucionaron la noción del lateral como un “defensa en amplitud”, fue Roberto Carlos quien sentó las bases para el lateral ofensivo actual.
No solo era dinámico, sino que encajaba en el molde del lateral moderno en el sentido de que jugaba en la misma banda de su pie favorito, prácticamente pegado a la línea de banda (mientras que los nombres anteriores eran ambidiestros y jugaban a pierna cambiada).
A Roberto Carlos le sucedieron jugadores como Alves y Marcelo, que jugaron papeles importantes en el dominio del Duopolio español en Europa. Y más cerca en el tiempo, hemos visto la increíble influencia del dúo del Liverpool entre Trent Alexander Arnold y Andy Robertson. Ambos han estado en la cima de la tabla de asistencias durante las últimas dos temporadas.
REQUISITOS Y CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Y TÁCTICAS DE UN LATERAL OFENSIVO
Los extremos que se han convertido en laterales son adecuados para este papel. Tienen ese ritmo que penetra en el espacio y empuja a los oponentes hacia atrás. Además, tienen la experiencia de regatear y también proporcionan grandes centros al área. Ejemplos recientes son Bukayo Saka del Arsenal y Alphonso Davies del Bayern Munich.
Los laterales también necesitan saber cuándo avanzar y ofrecer una carrera superpuesta o subyacente. Esta comprensión les permite crear situaciones 2 contra 1 efectivas en banda. Esto conduce a una situación de pesadilla para los oponentes, ya que caen en el típico pase de pared que puede sacar fácilmente al jugador defensivo vulnerable del juego temporalmente o si alguien del mediocampo intenta igualar el número en los flancos, eso crea espacios en el medio y las superioridades allí pueden crear oportunidades claras de gol.
Los laterales modernos son a menudo criticados porque dejan algunos espacios que pueden ser explotados durante los contraataques. Si avanzan y su equipo pierde el balón, entonces tienen que retroceder rápidamente a su posición, de lo contrario, son atrapados fuera de posición y su defensa es superada en número. Marcelo en particular fue culpado muchas veces por esto, ya que los entrenadores rivales, al conocerlo, animaban a su equipo a jugar directamente por ese lado tras recuperar el balón.
Por lo tanto, si estás jugando como un lateral ofensivo, debes tener mucho cuidado y dejar claro al jugador cuándo avanzar, qué tan lejos debe ir y hacerle saber cuándo es el momento de retirarse de la zona de ataque, a menos que esté bendecido con un ritmo de recuperación extremadamente alto. Un ejemplo actual de esto es Alphonso Davies, que tiene una velocidad enorme y puede superar a la mayoría de los jugadores, algo similar a Roberto Carlos.
CÓMO CONFIGURARSE TÁCTICAMENTE PARA CONSEGUIR EL MÁXIMO IMPACTO CON UN LATERAL OFENSIVO
En un 1-4-3-3, los entrenadores han preferido siempre jugar con un mediocampista de mentalidad defensiva que pueda simplemente meterse entre dos defensores centrales, cubriendo así más espacio defensivo. Los dos defensores centrales actúan como centrales amplios, como es de esperar en un 1-3-5-2 y, por lo tanto, pueden defender espacios más anchos en posibles contraataques rivales.
En un sistema 1-4-2-3-1, uno de los dos mediocampistas retrocede para tomar la posición dejada abierta por el lateral y jugar como lateral hasta que ese jugador vuelva a su posición original. El Arsenal ha hecho esto muchas veces, ya que Saka generalmente avanza para apoyar a Aubameyang y que este pueda correr hacia el área sin que se quede abierto. Arteta luego movió a Xhaka, quien jugaba como pivote, a la posición original de lateral izquierdo de Saka.
