Los recientes errores defensivos del Manchester City han coincidido con la lesión de Aymeric Laporte. Además, el dúo de Nicolas Otamendi y John Stones tuvo un momento difícil y sus fallos han fortalecido la idea de que el equipo de Guardiola está algo mal en defensa. Esto ha provocado que Pep haya implementado un nuevo 1–4–4–1. La estructura defensiva general del City se ha metido últimamente en problemas y Ederson ha tenido que intensificar su presencia para mantener el nivel del equipo.

Sin embargo, la ausencia de Laporte no perjudica al City defensivamente. El español es un jugador clave ofensivamente en términos de derribar rivales asentados de manera profunda utilizando pases verticales y diagonales. Los tipos de pases que el City ha perdido últimamente ya que Otamendi no es ese tipo de jugador, y el nivel de forma de Stones tampoco ha ayudado.

Un ejemplo de los problemas recientes de Stones los pudimos encontrar ante el Norwich. Gundogan bien posicionado entre las líneas, pero Stones opta por jugar el pase más seguro hacia la derecha. La resistencia de Stones por jugar el pase que rompa la línea de presión ha sido un problema para el defensor y para el equipo, lo que está perjudicando la capacidad del City de progresar con el balón, especialmente contra rivales asentados profundamente.

Las lesiones y el declive en la forma dejaron a Pep con pocas opciones para el puesto de central, y contra Crystal Palace decidió colocar a Fernandinho y Rodri Hernández como pareja de centrales. Teniendo en cuenta el historial de Guardiola de formaciones e innovaciones indescifrables, esto no es algo sorprendente.

El dúo del centro del campo ayudó al City a avanzar la pelota más rápido en el campo y conseguir jugar entre líneas nuevamente. Sin embargo, lo evidente fue cómo Fernandinho y Rodri se posicionaron junto a Gundogan. En una configuración 1–2 en lugar de la habitual 2–1, lo que significa que en la fase de construcción del City a veces parecía estar en una forma 1–4–4–1. Gundogan bajando a la posición de central para poder filtrar pases verticales, y el central de esa zona, colocado un paso por detrás del alemán.

La teoría detrás de esto es que los oponentes que están jugando en una formación 4–5–1 tendrían a su “8” ocupados con los “8” del City, y los extremos de los oponentes ocupados con los laterales del City, dejando al delantero entre tres jugadores defensores del City.

Los jugadores que construyan el juego, deberían tener más tiempo la pelota y si son presionados por los “8” del oponente, esto deja a los jugadores más amenazadores del City en el espacio que más desean.

La construcción de juego 1–4–4–1 se dio nuevamente el sábado contra el Aston Villa. Ilkay Gundogan fue el mejor jugador del City, y en la primera mitad ocupó ese papel de jugador creador en el lado izquierdo.

Un ejemplo de esto se vio en el minuto 5 con John McGinn demasiado preocupado por David Silva y con Trezeguet siguiendo a Benjamin Mendy, Gundogan tuvo el espacio para realizar un pase vertical hacia Raheem Sterling:

1–4–4–1

Gundogan tuvo el tiempo y el espacio que quiso desde esa posición, lo que le permitió mostrar su habilidad en el pase durante el partido. Nuevamente alimentó a Sterling de pases en el ala izquierda:

1–4–4–1

Fue el posicionamiento de Gundogan y la forma del City en la construcción, junto con los desmarques de los jugadores de ataque lo que está haciendo que el City recupere esa profundidad y verticalidad. Su nuevo sistema de construcción definitivamente les está ayudando en ausencia de Laporte.

El City ha intentado esta sistema 1–4–4–1 de construcción en solo tres partidos, los dos mencionados anteriormente y contra el Atalanta en la Liga de Campeones. Sin embargo, en el partido de la Liga de Campeones no funcionó demasiado, ya que el Atalanta hizo una transición suave del 3–4–1–2 a 3–4–2–1 para anular a los jugadores creativos del City.

La idea, en teoría, tiene sentido y, en la práctica, funcionó contra el Palace y el Aston Villa. Dos equipos que se configuran en una forma profunda en 4–5–1 contra la cual el esquema de construcción del Manchester City de Guardiola es más útil. Sin embargo, aún está por verse si esta es una táctica única o una táctica que Pep usará contra equipos conservadores que juegan en forma 4–5–1.

 

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