Muchos entrenadores habrán visto y sobre todo habrán utilizado la siguiente situación: un ejercicio 4×4 con jugadores comodín en los fondos (al lado de la portería) o en los exteriores. Estos jugadores a menudo se usan para retener la posesión, y normalmente después de un límite de tiempo, o después de que se marque un gol, intercambiarán su rol con el equipo “perdedor” en el campo. Esta es una situación común cuando se desea terminar una sesión de entrenamiento. Esto es debido a numerosos factores, sobre todo, por la cantidad de jugadores disponibles a la vez durante el ejercicio, el espacio disponible, y la facilidad de colocar a los jugadores en el exterior para mantenerlos “involucrados” en el juego, en lugar de hacerles descansar.

Algunas de las restricciones que hemos visto/hemos utilizado en estos jugadores externos incluyen:

  • Límites de toques
  • Un equipo debe jugar con un jugador comodín antes de poder marcar.
  • Se puede usar un jugador externo, pero no se puede pasar de nuevo al mismo en la misma acción.
  • Se puede usar un jugador externo, pero no puede devolverla al que se la pasó.

Obviamente, todas estas restricciones diferentes contienen resultados diferentes y depende del entrenador decidir qué resultado quieren lograr.

La práctica que os queremos aportar es una variación de la práctica anterior. Pero en lugar de colocar a los jugadores en el exterior del campo, los colocamos a ambos lados de la portería, tal que así:

La primera vez que vi que se usaba esta tarea fue en una práctica del curso de entrenadores. El razonamiento detrás de la diferente ubicación de los jugadores fue que “es algo diferente, y una experiencia de aprendizaje diferente para los jugadores”, aunque estoy de acuerdo con la afirmación, creo que si realmente observamos la tarea en detalle hay mucho más podemos sacar de ello.

profundidad

En mi caso uso esta variación con numerosas restricciones:

  • Los jugadores deben pasar al jugador comodín para poder anotar, ya sea directamente con el pase de vuelta o permitiendo un límite de pases consecutivos (2/3/4) antes de que puedan marcar.
  • Los jugadores solo pueden hacer una cierta cantidad de toques. Esto aumenta la probabilidad de combinaciones en los jugadores y otorga una mayor importancia a la estructura y el espacio de los jugadores cuando están en posesión.
  • Jugar con el jugador comodín y luego anotar lleva a obtener dos puntos, jugar de manera normal y no anotar directamente después de recibir un pase del comodín, sólo a uno.

El espacio de juego se dividirá en dos mitades verticales, deben iniciar desde su propia vertical, y acabar de manera diagonal con el comodín de la otra mitad. Esto es algo que he intentado recientemente con un enfoque en el que los jugadores realizan el último pase vertical en diagonal, ya que es más difícil de defender para sus rivales, puesto que a menudo se recomienda a los jugadores que defiendan en líneas rectas y los pases diagonales a menudo van en contra de este tipo de movimiento y obligas al oponente a hacer un movimiento complicado.

Me gusta usar la tarea y las restricciones mencionadas anteriormente para que se den muchos resultados diferentes que se alineen con mi modelo de juego. En primer lugar, colocar a los jugadores cerca de la meta (aunque no es una situación completamente realista) anima a mis jugadores a jugar verticalmente, al jugador más lejano disponible, ya que los pases verticales son la forma más rápida de ganar espacio en el fútbol. Esto les da un punto de referencia cuando reciben la pelota, e implícitamente los hace conscientes del pase más profundo posible. Para los jugadores con los que trabajo, intento poner énfasis en orientarme hacia la opción más profunda posible y este ejercicio proporciona un excelente punto de partida para ello.

El enfoque también se pone en que los jugadores comiencen a pre-orientarse corporalmente hacia la opción más profunda posible porque al saber aproximadamente dónde están sus compañeros de equipo y dónde estará el jugador, pueden ajustar la forma de su cuerpo para ponerse de la mejor manera posible. Es importante enfatizar que al completar el pase vertical, el jugador comodín necesita ser apoyado debido a la naturaleza de su posición (recibirá de espaldas al gol y tal vez no esté al tanto de su entorno).

En segundo lugar, me gusta realizar este juego en un espacio bastante estrecho con un límite de toques, aunque los beneficios de usar o no usar los límites de contacto se debaten desde hace mucho, creo que tienen el propósito de obtener lo que quiero en este tipo de ejercicios. El límite de toques simplemente está ahí para fomentar las combinaciones en espacios reducidos que permitan al equipo avanzar la pelota hacia la meta como una unidad antes de jugar el pase vertical.

Normalmente, en este punto, entrenaremos explícitamente donde quiero que los jugadores estén posicionados en términos de nuestra estructura/esquema de juego para permitir la mejor progresión de la pelota.

En tercer lugar, la posición de los jugadores comodín también crea algunas situaciones interesantes en términos de anotación de goles. Dependiendo de las reglas, si la regla es anotar tan pronto como se reciba el balón, podemos enfatizar un pase diagonal o un pase a un jugador que llegue desde lo profundo. Esto también nos permite enfocarnos en el principio del tercer hombre.

Como veis, este tipo de tareas ha mejorado la capacidad de mi equipo de conseguir posesiones rápidas y efectivas, mejorar su profundidad y sobre todo, aumentar su efectividad en la toma de decisiones en el menor tiempo posible.

 

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