En esta escuela de entrenadores estamos muy a favor de la presión y de la presión tras pérdida por varios motivos. El principal, que sea cual sea el nivel de un equipo, si presiona bien, tiene mucho hecho para conseguir la victoria. Esto en el terreno de fútbol base competitivo. Pero en el de los más pequeños, es una gran manera de fomentar la solidaridad, el deseo y la motivación por defender, y sobre todo, para el uso de la cabeza y el cambio de mentalidad ofensiva/defensiva y defensiva/ofensiva, algo que es tremendamente complejo de conseguir en edades muy tempranas. Siempre hablamos de cómo hacerlo de manera efectiva, pero hablamos poco de los errores que no debes cometer a la hora de llevar a cabo este concepto táctico tan importante. Así es como tu equipo no debe defenderse para evitar errores en la presión:

ERRORES EN LA PRESIÓN: QUÉ DEBES EVITAR HACER

El delantero no está conectado con sus compañeros cercanos

El primer diagrama ilustra el error en el comportamiento táctico por parte del delantero más cercano a la pelota. Sale de la compacidad defensiva de su equipo, creando mucho espacio vacío a su lado y a su espalda. El oponente puede realizar un pase sencillo. Además, todos los jugadores defensores detrás del delantero tienen demasiada distancia por cubrir en caso de que esta situación ocurra:

presion

Ambos delanteros en paralelo

En el siguiente mal posicionamiento durante una presión, nos acordamos de situaciones en las que ambos delanteros, juegan al costado del otro, a la misma altura. Es uno de los errores principales que vemos sobre todo en la presión en edades tempranas. Esto facilita romper la primera línea de presión de una forma tremendamente fácil:

como no presionar

Jugadores de banda demasiado cerrados

Es cierto que por ejemplo en un sistema 1-4-4-2, es habitual ver a la primera línea de cuatro jugadores cerrados. Y no está mal hacerlo, puesto que es uno de los principios fundamentales de es sistema en fase defensiva.

En el ejemplo de esta imagen, el jugador de la banda izquierda (su banda derecha), está demasiado compacto junto a los otros tres jugadores de la línea. Se cierra un posible pase vertical, algo bueno, pero en el caso de que el balón se juegue por banda por parte del rival, o que el poseedor avance con el balón, el extremo defensor tendrá una larga distancia por recorrer. Y esto, obviamente, penaliza a su equipo:

errores en la presión

Defensor de banda demasiado abierto

Justo lo contrario a la situación anterior. El típico jugador tan pendiente de su marca que olvida cerrar el pase vertical y, pese a que sus compañeros estén bien cerrados, permite un pase interior. Ni muy cerrado ni muy abierto. Lo ideal es mantenerse cerrado cada vez que un jugador central del rival (centrales, pivotes) tenga el balón (impidiendo así el pase interior), y saltar inmediatamente a banda cuando los jugadores de los carriles de banda (laterales, extremos), vayan a recibir (impidiendo así el avance por banda):


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