Durante mucho tiempo se ha planteado la hipótesis de que laZona 14 es el santo grial de la creación de oportunidades. Las ideas en torno a este concepto se construyeron en través de un estudio de finales de la década de 1990 que especificaba que los equipos exitosos tenían una mayor frecuencia de entrar en esta zona en comparación con sus rivales. Dado que los equipos a menudo se compactan en los carriles centrales sin posesión, es lógico razonar que los equipos que tienen más éxito en avanzar hacia una de las áreas más congestionadas del campo tienen más éxito en general. Y es ahí donde aparecen los intervalos.

Esto no significa necesariamente que la ‘Zona 14’ sea el lugar más óptimo del campo para crear ocasiones y llevar el balón al área de penalti. Tampoco significa que un equipo deba esforzarse por tener como objetivo único a esta área del campo. Quizás los equipos en el estudio simplemente tenían mejor posesión y tuvieron más éxito como resultado de su capacidad para mantener el balón en todas las áreas del campo, en lugar de hacer algo específicamente mágico en esta zona. Es importante destacar que los estudios se basaron en el hecho de que los equipos exitosos ingresan a la ‘Zona 14’ con más frecuencia, no necesariamente que la utilicen con más frecuencia para marcar goles o crear más ocasiones.

los intervalos fútbol

Mientras todos los que realizan análisis están ocupados estudiando la ‘Zona 14’, los mejores creadores de oportunidades crean constantemente magia desde un área diferente del campo, debido a los resultados deseables que provocan. Por supuesto, estas son las zonas a la derecha e izquierda de la “Zona 14”, también conocidas como “medios espacios” o los “intervalos”.

Jugadores como Kevin de Bruyne o Bruno Fernandes, se han vuelto particularmente expertos no solo en moverse en estos canales para crear oportunidades, sino también en moverse de una manera tan viva que los rivales no tiene tiempo para reaccionar, dando así a éste, más tiempo para hacer su magia. Los medios espacios tienen la ventaja de ser más propicios para desviar el enviar el balón a portería, puesto que los defensores no están de frente al jugador o a los atacantes que van a entrar al área, sino en diagonal, lo que permite que no puedan ver todo a su alrededor, y mucho menos a su espalda.

Desde un carril central, es más probable que los pases se queden en nada porque lo corta un defensor, o incluso se pasen de largo, siendo además una mayor ventaja para el portero. Por lo tanto, no solo es más probable que los pases que provienen de los intervalos se desvíen del portero, sino que también se pueden hacer una mayor variedad de pases de calidad hacia el área. Se puede enviar un pase raso y lento entre la defensa, o se puede lanzar un balón centrado desde un costado. De cualquier manera, es mucho más difícil para el portero y para la línea defensiva.

En comparación con los carriles laterales, el jugador también tiene más ventaja al estar más cerca de la portería, lo que le da a la oposición menos tiempo para prepararse mientras la pelota cuelga en el aire. Esta es una de las muchas razones por las que las rutinas de saques de esquina en corto se están volviendo particularmente populares entre los equipos de alto nivel.

Si bien los carriles centrales siempre tienen más probabilidades de estar congestionados y abarrotados por el rival, los carriles laterales ambién tienen la desventaja de estar cerca de la línea de banda. Un jugador tiene menos flexibilidad con respecto a las direcciones en las que puede girar que en los medios espacios, y ciertamente menos espacio para respirar. Todo ello hace de los intervalos un lugar de espacio ideal para crear ocasiones, y para que un equipo las aproveche.

Como conclusión, mi opinión como entrenador, es no enfatizar la necesidad de que mi equipo ingrese al área más congestionada y llena de gente del campo en la fase normal de juego de ataque. Podríamos intentar forzar el juego a la ‘Zona 14’ al presionar, o utilizar nuestra verticalidad para explotar estos espacios en transición. Pero solo nos estaría causando más angustia al tratar de avanzar a la posición más compleja del campo. En cambio, los intervalos serían nuestro objetivo, debido a las múltiples posibilidades de centros y pases, y la proximidad a la portería que, al mismo tiempo, dificultaría la salida del portero.

Comentarios desactivados