Los ejercicios en espacio reducido son un método adecuado y eficaz para combinar el entrenamiento con los requisitos físicos específicos del fútbol y sus habilidades técnico-tácticas. Cabe señalar que, dependiendo del tipo y formato del juego reducido, los jugadores pueden trabajar diferentes aspectos físicos.

Para analizar cómo afectan estos ejercicios al trabajo físico en los futbolistas, se realizó un estudio con jugadores de la Premier League en la que se hicieron distintas probaturas, con tareas de entrenamiento de 5×5, 7×7 y 10×10 con y sin porterías, y se utilizaron los datos GPS para entender los resultados. También se estudiaron los tipos de velocidad o el consumo de energía.

Los ejercicios en espacio reducido gozan de una popularidad creciente en los últimos años, y es una parte necesaria del entrenamiento de fútbol. Por suerte el paradigma de la preparación física ha cambiado, y ahora no es necesario trabajar específicamente aspectos como las carreras, tan habituales años atrás. Los entrenadores de fútbol pueden trabajar y fortalecer a sus jugadores en el apartado de resistencia con este tipo de espacios pequeños. Además, también tienen la ventaja de que se dan secuencias de los movimiento coordinativos necesarios (giros, sprint, etc.).

Para adaptar los ejercicios en espacio reducido a nuestros objetivos de entrenamiento, es importante comprender exactamente cómo los diferentes formatos de tarea en espacios reducidos afectan a los jugadores. Variables como el tamaño del campo, el número de jugadores o las reglas específicas del ejercicio influyen en el peso y trabajo de la carga física.

El trabajo físico de los jugadores de Premier League en los ejercicios en espacio reducido

Los autores del estudio (que puedes leer AQUÍ), trabajaron con los siguientes tipos de tareas:

  • Espacios reducidos con porteros y porterías
  • Espacios reducidos sin portería y con el objetivo de mantener el mayor tiempo posible en posesión del balón

Ambos formatos se llevaron a cabo con tres tamaños de jugadores diferentes: 5 contra 5, 7 contra 7 y 10 contra 10. En todos los formatos de ejercicios, a cada jugador se le permitió un máximo de dos toques de balón por acción. Se anuló la regla del fuera de juego y si el balón salía, se reemplazaba inmediatamente por otro. Un sistema de monitoreo basado en GPS registró los movimientos de los jugadores.

LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO

Comparando la distancia y la velocidad

Después de evaluar los datos, surgieron las siguientes relaciones: tanto en los ejercicios en espacios reducidos con portería y sin ella, las distancias recorridas y la velocidad aumentaron cuando se incrementaban el número de jugadores. Independientemente del tamaño del equipo, los jugadores en los ejercicios sin portería cubrieron una distancia total mayor que en los formatos con porterías. Por otro lado, las distancias a alta velocidad fueron mayores en los espacios reducidos con portería que sin ella.

Los espacios reducidos requieren cambios de velocidad más frecuentes

El número de cambios en la velocidad (suma de aceleración y desaceleración) en ambos tipos de tareas disminuyó con el aumento del área de juego (5×5> 7×7> 10×10). Los investigadores interpretan este resultado como una indicación de que jugar en áreas más pequeñas requiere una mayor variación en la actividad física que en el caso de áreas de juego más grandes.

También hubo una tendencia a haber más movimientos de aceleración y desaceleración en los juegos sin portería. Esto probablemente se deba al carácter multidireccional de esta variante de campo. Si los jugadores jugaran con porterías, los patrones de movimiento ciertamente serían más directos hacia ellas.

Si el enfoque del entrenamiento está en la tolerancia de cargas mecánicas, las formas de 5 contra 5 en posesión del balón son un enfoque de entrenamiento adecuado. Por el contrario, para el objetivo de lograr la máxima velocidad, es útil contar con un área de juego más grande y la integración de porterías o al menos algún objetivo concreto.

Un campo de juego más grande y enfocado en la posesión del balón aumentan el consumo de energía.

También se encontró que el consumo de energía y el rendimiento metabólico eran más altos en los ejercicios que se enfocaban en la posesión del balón en 10×10 que en 7×7 o 5×5.

En los espacios reducidos que tenían como objetivo la posesión del balón, el rendimiento metabólico fue mayor que en los formatos de espacio reducidos con portería. Esto concuerda con las observaciones de otros estudios, que muestran que la participación de los porteros ralentiza el ritmo del juego. Si el objetivo del entrenamiento es mantener una intensidad media más alta, entonces los ejercicios que se centran en la posesión deberían preferirse a los de portería, como aconsejan los investigadores.

Los ejercicios en espacio reducido son necesarios para trabajar de manera intensa el aspecto físico

En opinión de los científicos deportivos, todos los formatos de espacio reducido alcanzaron una intensidad media que se acerca o incluso supera a la otros tipos de entrenamientos y metodologías. Por esta razón, son ideales para desarrollar una aptitud física específica y completa para la realidad de los partidos.

Puedes ver algunos ejemplos de ejercicios en espacio reducido aquí y aquí.

Comentarios desactivados