En el fútbol actual, entrenar el regate ha pasado a un segundo plano. Todos los entrenadores nos enfocamos en trabajar tácticamente a nuestro equipo, habiendo olvidado por completo a los jugadores más desequilibrantes, habiéndoles obligado a automatizar todo lo que hacen, y coartando su libertad de aprendizaje e improvisación. Es por eso que hoy traeremos un ejercicio en el que podamos unir las dos cosas: entrenar el regate a la vez que trabajamos lo táctico en fase ofensiva y/o defensiva.
Procedimiento/estructura del juego posicional para entrenar el regate:
8 contra 8 medio campo en dos porterías y 2 porteros.
El campo de juego está dividido por el medio en dos zonas intermedias horizontales, que unidos, forman la zona central del juego.
Ambos equipos juegan en una formación de campo 1-3-2-3. En mi caso lo hago para trabajar los sistemas 1-3-4-3 o 1-4-3-3, pero puedes modificarlo a tu sistema.
Solo se puede marcar un gol si un jugador regatea en una de las dos zonas intermedias centrales. Si lo hace en la más cercana a su portería, el gol valdrá uno, si lo hace en la zona más alejada de su portería, y por tanto en la zona más cercana a portería contraria, el gol valdrá doble, puesto que tiene mucho más mérito hacerlo en esa zona. Si el equipo atacante pierde el balón, se realiza juego real, siendo el equipo defensor el que salga al contraataque. Nunca podrán salir de allí sin el balón controlado.
Se puede llegar de manera libre a esas zonas desde el portero, pero los jugadores defensores no pueden pasar de las zonas intermedias, lo que nos permitirá trabajar nuestra estructura defensiva, y a la vez los movimientos y automatismos de ataque.
Posibilidades durante el juego ofensivo o juego posicional:
- Juntar diversos pases en una zona para crear un espacio en la zona de regate.
- Atraer al oponente hacia un lado simulando el regate para jugar después hacia zonas opuestas.
Variaciones del ejercicio:
Si un equipo falla un pase, puede haber una penalización (no castigar si se falla un regate), ya sea en forma de quitarle un gol a su equipo, o devolver la posesión al rival.
Los jugadores tienen solo entre 10 y 20 segundos de posesión del balón para marcar un gol. La regla se reduce a seis segundos para las transiciones ofensivas.